C. V.
Domingo, 10 de mayo 2020, 00:48
La Unión Europea ha flexibilizado las ayudas que los Estados pueden proporcionar a las empresas para que sean posibles las nacionalizaciones, para que el capital público puedan entrar en el accionariado de una empresa privada. Pero, al mismo tiempo, ha marcado unas normas estrictas en ... que podrán efectuarse tales rescates públicos.
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Así, las recapitalizaciones sólo tendrán lugar si «no hay diponible otra solución adecuada» y los gobiernos sólo podrán intervenir «para evitar el sufrimiento social o fallos de mercado debido a pérdidas masivas de empleo, la salida de una compañía innovadora o sistémica o el riesgo de disrupción de un servicio esencial».
Además, marca que la ayuda debe limitarse a la esencial. Y, también estos apoyos deben estar acotados en el tiempo: la participación del Estado sólo puede durar seis años en las empresas cotizadas y siete en las que no están en Bolsa.
Bruselas también marca límites de gobernanza. De esta manera, las compañías nacionalizadas no podrán repartir dividendos o aprobar recompras de acciones hasta que el Estado haya salido completamente del capital. Y también se establecen límites a la remuneración de los directivos hasta que se haya amortizado el 75% de la inversión. Por ello, quedan prohibidos los bonus.
La normativa también establece la posibilidad de que los diferentes Gobiernos puedan añadir condiciones para favorecer la transformación verde o digital de sus economías, así como evitar la evasión fiscal.
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