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OLATZ HERNÁNDEz
Viernes, 11 de noviembre 2022, 11:33
Después de crecer en la primera mitad de 2022, la economía europea entra en una fase «más desafiante». Así lo indican las Previsiones Económicas de otoño de la Comisión Europea, que apunta a que la Unión Europea es una de las economías más expuestas a ... las consecuencias de la guerra en Ucrania, con un incremento del precio de la energía y una presión inflacionaria sin precedentes. En este delicado contexto, Bruselas prevé que el PIB de la UE crezca un 3,3% este año, antes de frenarse al 0,3% en 2023. La economía española, por su parte, avanzará un 4,5% en 2022 y un 1% el año que viene.
La crisis energética lastrará la actividad europea en lo que queda de año y la UE entrará en recesión técnica, encadenando dos trimestres de contracción económica. No todo son malas noticias: «Esperamos que la inflación llegue a su pico pronto, previsiblemente antes de final de año», ha apuntado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. Con todo, Bruselas prevé que los precios sigan siendo elevados la mayor parte del año que viene.
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La economía española se verá lastrada por los altos precios de la energía, pero se espera que la actividad repunte a mediados de 2023, gracias al aumento gradual del consumo y a la normalización del turismo. Se confía en que esta tendencia se vea reforzada en 2024, cuando la actividad repuntará al 2%. Las previsiones europeas suponen un jarro de agua fría respecto a los cálculos del Gobierno español para los Presupuestos Generales de 2023 y los reduce a la mitad. «Esta diferencia tiene que ver con una menor contribución del consumo privado y de las inversiones a la economía española respecto a las proyecciones del Gobierno», ha explicado el comisario Gentiloni.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos español han hecho un balance positivo de las previsiones de la Comisión Europea. Destacan que España «crecerá por encima de la zona euro tanto en 2022 como en 2023» y que seguirá la senda de reducción del déficit público, situándose por debajo del 5% en 2025.
Se «confirma», del mismo modo, el buen comportamiento del mercado laboral español, «con una tasa de desempleo inferior al 13%». Bruselas espera que el mercado laboral europeo siga siendo fuerte los próximos años, a pesar del enfriamiento de la economía, pero podría darse «un aumento marginal» del desempleo del 6,2% al 6,5% el año que viene.
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