El déficit se reduce al 0,34% del PIB por el incremento de la recaudación

La evolución favorable de las cuentas públicas -en 2020, el año de la pandemia, el déficit se desbocó hasta el 11% por los gastos para hacer frente al coronavirus, y en 2021 cerró en el 6,7%- se explica fundamentalmente por el comportamiento de los ingresos fiscales. Esto es, por el auge de la recaudación de Hacienda en todo tipo de impuestos desde que comenzara este ejercicio. Para el departamento dirigido por María Jesús Montero, se trata de un resultado «sólido» en el que los ingresos no financieros han aumentado un 16,7% mientras que los gastos han caído un 4%. «La evolución hasta abril muestra que el déficit del Estado continúa la senda descendente iniciada en 2021 como consecuencia de la reactivación económica y la creación de empleo por el avance de la vacunación», según explica Hacienda.

Los ingresos por IVA se elevan un 19,4%, mientras que los impuestos corrientes sobre la Renta y el Patrimonio crecen un 18,6% debido al IRPF, que se incrementa un 29,2%. El auge del IVA se explica tanto por la actividad económica como, en parte, por el alza de precios, lo que eleva las bases imponibles.

La Administración Central aglutinó la mayor parte, con 3.525 millones, el 0,27% del PIB, y dentro de este, el déficit del Estado se redujo a la cifra de 5.143 millones, lo que equivale al 0,39% en términos de PIB. Por su parte, la regional registró un superávit de 220 millones, lo que equivale al 0,02% del PIB, frente al déficit de 3.416 millones de un año antes. En cuanto a los Fondos de Seguridad Social, acumula un déficit de 1.107 millones, el 0,08% del PIB, un 847,8% menos en término interanual por el incremento de las cotizaciones.