Las calles de Wuhan (China) permanecen desiertas. Reuters

El coronavirus amenaza el crecimiento de la economía mundial

El crecimiento del PIB de China podría reducirse hasta un punto en los tres primeros meses del año, lo que impactará en las empresas españolas con fábricas, hoteles o intereses en el gigante asiático

Lunes, 3 de febrero 2020, 15:47

Cualquier factor que impacte en la economía china implica irremediablemente al resto del mundo. Ha ocurrido durante 2019 con la guerra comercial mantenida entre la potencia asiática y Estados Unidos, y ahora que parecía estar llegando a su fin, China afronta una nueva crisis: el ... coronavirus. Aproximadamente el 30% del PIB mundial depende del crecimiento de este país, por lo que el mundo entero espera la rápida contención del virus para que el segundo trimestre se pueda recuperar lo perdido.

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La entidad financiera estadounidense Morgan Stanley aseguró hace unos días que, suponiendo picos de infección en febrero y marzo, el crecimiento económico mundial podría verse afectado entre 0,15 y 0,3 puntos porcentuales durante el primer trimestre. Bajo el mismo supuesto, aseguraron que el crecimiento del PIB de China podría reducirse entre 0,5 y 1 punto en estos tres primeros meses del año.

La actividad de las fábricas de las zonas más afectadas ha quedado paralizada y la única buena noticia es que el brote ha estallado en el periodo vacacional del Año Nuevo chino. Sin embargo, todo apunta a que la producción no se podrá reanudar hasta dentro de un tiempo indeterminado, lo que puede complicar las exportaciones a miles de empresas chinas pero también a muchas otras que son extranjeras pero producen en el gigante asiático.

«El problema vendrá cuando el 'stock' con el que cuentan estas fábricas se agote, puede suponer un gran inconveniente para las empresas que no tengan un plan b», explica Javier Rivas, profesor del EAE Business School. En cambio, Javier Diaz-Giménez, profesor de Economía del IESE, considera que «todo depende de cuánto tarde en contenerse» y del «efecto rebote». En su opinión, todo lo que pierda China a nivel de ventas lo ganarán otros países que sepan aprovechar la oportunidad, por lo que la economía mundial en su conjunto no tendría por qué verse tan afectada. Y además, puede darse un «desplazamiento en el tiempo», es decir, que aunque el primer trimestre sea muy malo, si en el segundo se consigue compensar, al cierre del año no afecte en gran medida al crecimiento.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima un avance del PIB mundial del 3,3% en 2020, mientras que de China prevén un crecimiento del 6%, dos décimas más que en sus cálculos anteriores, debido a la menor tensión comercial con Estados Unidos, aunque sin tener en cuenta aún el impacto del coronavirus.

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Aviones en tierra

Pero no solo afecta a las fábricas. El tráfico aéreo con China está prácticamente paralizado y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha prohibido el transporte, muchas aerolíneas han decidido suspender sus vuelos ante el riesgo de contagio o la baja demanda. Es el caso de la española Iberia, que ha cancelado temporalmente su ruta entre Madrid y Shánghai. British Airways, también del grupo IAG, ha suspendido todos sus vuelos a china continental, al igual que otras aerolíneas como Air France, Lufthansa o American Airlines.

El coste de mantenimiento de un avión sin volar es alto, explica Rivas, aunque calcula que las pérdidas para Iberia en caso de que se mantenga la restricción durante todo el año no llegará al millón de euros, ya que los vuelos con el país no son diarios. El profesor asegura que los hoteleros y las comercializadoras de viajes sufrirán más las consecuencias que las propias aerolíneas, ya que el turismo se reducirá al mínimo.

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La campaña de viajes a China en Semana Santa «ya se ha perdido» para las agencias y cadenas españolas con hoteles en el país, y «habrá que ver si se llega a tiempo para la de las vacaciones de verano». En el sentido contrario están los turistas chinos que venían de turismo a España. Según el INE, el año pasado viajaron a nuestro país un total de 700.000 chinos, que gastaron unos 1.600 millones de euros, unas cifras que «en 2020 serán menores con toda probabilidad». Pero no son datos alarmantes para el turismo en España, un sector que supone el 13% del PIB. Nuestro país recibió el año pasado casi 84 millones de turistas en 2019, por lo que los visitantes chinos no suponen ni el 1% del total.

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