El campo mantiene las movilizaciones por la escalada de los precios

Los representantes de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) admiten que el encuentro ha sido un primer paso ya que se reconocen los problemas de los productores pero aún así consideran que queda mucho camino por recorrer.

Insisten en que es necesario acelerar la Ley de Cadena Alimentaria para que puedan percibir unos ingresos suficientes y que se repartan los sobreprecios con industria y distribución. Por ello, mantienen las movilizaciones para el mes de diciembre que se concretarán esta misma semana para presionar.

La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y la patronal del sector de supermercados (Asedas) aceptan las demandas pero quieren que se articulen siempre en el marco de una norma que aún afronta sus últimos compases de una tramitación parlamentaria que se ha alargado más de lo esperado. Algo que ha fomentado esta situación de crisis.

Por su parte, el ministerio de Agricultura que ejerce como árbitro también deposita toda su confianza en la futura regulación que espera que vea la luz en los próximos días y que establecerá las «nuevas reglas del juego». Luis Planas, ministro de Agricultura, considera que hay que dar un tiempo para su puesta en práctica, ya que «no se hace en 24 horas».

Y este es precisamente el motivo por el que el campo mantiene las protestas. Quieren que se cumpla «a rajatabla» la nueva ley cuanto antes porque consideran que es inviable la subida de precios. La misma es de un 32% para los piensos del ganado, de un 20% para las semillas o un 48% para los abonos. Recibos que escalan junto al encarecimiento de la gasolina o la electricidad. «Vigilaremos y trabajaremos para que así sea», sentencian desde UPA.