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La tercera ola de la pandemia que ya ha comenzado en nuestro país supondrá que la economía no se recupere tan fácilmente como estaba previsto. BBVA Research, el gabinete de estudios de la entidad, calcula ahora que después de un desplome del 11% del PIB ... en 2020 -medio punto menos de lo previsto-, el rebote en 2021 será del 5,5%, también medio punto menor que lo proyectado inicialmente y muy por debajo del 9,8% que calcula el Gobierno.
Para 2022 el organismo proyecta una recuperación del 7%. Unas cifras que supondrán que no se recupere todo lo perdido por la pandemia hasta 2023, debido a las mayores restricciones a los negocios (cierre de la hostelería y el comercio, fundamentalmente) y a la movilidad (turismo y transportes) para intentar frenar la nueva ola de contagios.
Que el organismo haya suavizado medio punto el desplome del PIB para 2020 se explica por un comportamiento de la economía durante el tercer trimestre mejor del previsto: el consumo privado avanzó un 20,4%, casi 4 puntos más de lo esperado, y la inversión creció un 21,7%, quince puntos por encima. «La sorpresa del tercer trimestre ha sido de tal magnitud que creemos que va a compensar el deterioro del cuarto trimestre, y esto nos lleva a revisar la previsión de 2020», destacó Jorge Sicilia, economista jefe de BBVA.
Los expertos creen que la recuperación está siendo «más lenta de lo esperado» este año y que el gran rebote se empezará a notar a partir del verano, en la segunda mitad del año, gracias a la llegada de fondos europeos, a la «elevada capacidad de producción que ahora hay sin utilizar» y al avance en el proceso de vacunación.
Por eso, más allá de cómo ha variado el consumo interno o las inversiones en 2020, desde el gabinete de estudios señalaron que la mejor política económica sería acelerar el ritmo de vacunación. «Una campaña de vacunación efectiva, rapida y masiva impulsaría la actividad por dos vías, la primera con la reducción de la incertidumbre sanitaria, y la segunda con la flexibilización de las restricciones a la movilidad de trabajadores y hogares, y la apertura de comercios en el sector servicios», argumentaron. Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research, destacó que esta es la política que ahora mismo tendría una «mayor rentabilidad».
Además, por si fuera poco con la incidencia de la covid, el temporal 'Filomena' también dejará notar sus efectos en los números del primer trimestre del año. El gabinete de estudios confirmó que en los datos recogidos hasta el 10 de enero ya han detectado una diferencia «importante» entre el nivel de gasto de Madrid y el resto de España debido a que la capital se vio especialmente azotada por la nevada y se tuvieron que cerrar comercios y vías de transporte. «Podría restar alguna décima de crecimiento en el primer trimestre», aseguraron los expertos. El Ayuntamiento de Madrid cifra los daños en casi 1.400 millones de euros.
La parte menos negativa se la lleva el empleo. Y es que uno de los mayores «éxitos» de las políticas públicas para paliar la crisis han sido los ERTE, señaló Miguel Cardoso, economista jefe para España, ya que ha conseguido desligar la caída del PIB a la del empleo. En 2020, por ejemplo, a pesar de estimar un desplome del 11% del PIB, la caída del empleo será del 3%. Aún así, reconoció que la transición de estas miles de personas hacia un puesto de trabajo será «lenta» porque no tienen las habilidades para trabajar en los sectores donde la recuperación será más rápida. Así, aunque la economía crecerá previsiblemente un 5,5% este año y un 7% el que viene, el empleo apenas subirá un 2% este y un 4,5% el siguiente.
Y preguntado sobre si este año era momento de elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), Cardoso recomendó «esperar a momentos donde la recuperación esté más consolidada».
El PIB de Alemania registró en 2020 una contracción del 5% por la pandemia, poniendo así fin a diez años de expansión, aunque finalmente su efecto haya sido menos grave que el de la crisis financiera, que en 2009 hundió un 5,7% el PIB alemán, según Destatis.
Las cuentas públicas registraron un déficit financiero en porcentaje del PIB del 4,8%, lo que supone el primer déficit presupuestario del país desde 2011 y el segundo más alto desde la reunificación alemana.
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