El Banco de España rebaja el crecimiento al 6% para este año

Bajo esta premisa, la economía avanzaría un 5,3% en 2022 y un 1,7% en 2023. De esta forma, la recuperación completa de la economía hasta su nivel precrisis llegaría en 2023. Eso sí, Óscar Arce, director de Economía del Banco de España, destacó durante la presentación del informe que la mayor activación económica del segundo semestre lleva a pensar en un 2022 mucho más dinámico que 2021.

Estos cálculos están en línea con las previsiones de la OCDE y el Panel de Funcas, pero se alejan cada vez más de las proyecciones de crecimiento que vaticina el Gobierno, que sigue asegurando que el PIB crecerá este año más de un 7%.

Es más, si el proceso de vacunación de alarga más allá de este año y los efectos de la pandemia sobre el tejido productivo, el Banco de España tiene en cuenta un escenario severo, en el que el PIB solo avanzará este año un 3,2%, un punto menos que en el peor escenario vaticinado en diciembre por el Banco de España. En 2022 el crecimiento del PIB sería del 4,6% y en 2023 del 2,2%, también por debajo de sus estimaciones anteriores. En este escenario, la recuperación completa de la economía tardaría aún más en llegar y al final del horizonte de proyección aún estaría algo por debajo del nivel económico observado antes de la crisis sanitaria.

Y es que el organismo vaticina que el primer trimestre de este año no ha sido bueno para la economía española por la incidencia de la tercera ola tanto en nuestro país como en el resto de Europa. Así, calcula que el PIB trimestral ha caído un -0,4% en comparación con el último tramo de 2020, mientras que en el escenario severo proyecta una caída del -0,9%. Por tanto, la recuperación de 2021 dependerá del impulso de la actividad en la segunda mitad del año, vinculada a los avances en el proceso de vacunación y a la implementación de los proyectos ligados a los fondos europeos, asegura el informe.

A nivel de empleo, 2020 cerró con una tasa de paro del 15,5%, pero en 2021 el Banco de España prevé que suba hasta el 17% en condiciones de normalidad y hasta el 18,3% en el escenario severo. La tasa comenzará a descender el año que viene, pero aun en 2023 seguirá siendo más alta que la que dejamos en 2019.

Arce recordó en su intervención que para estimar la tasa de paro no se tienen en cuenta los trabajadores en ERTE (aún más de 700.000 personas) y que sus estimaciones las han realizado teniendo en cuenta que este mecanismo se extiende hasta el 31 de mayo. Es decir, «si los ERTE se prolongan más allá, la tasa de paro a final de año será menor», explica.

Las malas previsiones tienen en cuenta también la demora en los fondos europeos. Y es que el Banco de España calcula que el Gobierno solo será capaz de impulsar el 55% de los proyectos previstos para este año, frente al 70% de lo que preveían en su informe de diciembre. Arce explicó que ese 15% de diferencia de gasto en la inversión pública se desplazará a 2022. «La selección de los proyectos está llevando más tiempo de lo asumido y no se han comenzado a ejecutar planes desde enero», justifica el supervisor.