El expresidente de BBVA, Francisco González. R. C.

Standard&Poor´s avisa a BBVA del riesgo a bajarle su nota por el 'caso Villarejo'

La agencia de calificación recuerda que este tipo de problemas de gobernanza retraen a los inversores en una advertencia que extiende al resto de cotizadas implicadas en las supuestas escuchas del excomisario

Miércoles, 22 de enero 2020, 13:31

La firma de calificación crediticia Standard&Poor´s (S&P) reconoce que entre los factores que influyen en su perspectiva negativa sobre el 'rating' de BBVA se encuentra el impacto del 'caso Villarejo', por el que la Audiencia Nacional tiene abierta una pieza ... en la que investiga los supuestos encargos de espionaje del banco, durante la presidencia de Francisco González, sobre políticos, empresarios y periodistas. «Tenemos que ver el resultado de esa investigación y de su análisis interno y el impacto reputacional que pueda tener», ha admitido el director de servicios financieros de S&P, Luigi Motti, en un encuentro informativo.

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Se trata de una de las primeras advertencias que los inversores realizan sobre la entidad financiera afectada por la evolución de los acontecimientos judiciales y la filtración de noticias de los trabajos encomendados al excomisario, ahora en prisión, desde hace más de un año. La firma admite que el negocio bancario de BBVA «no se ha resentido» por estas circunstancias, tal y como también ha apuntado de forma insistente el consejero delegado, Onur Genç, en las últimas presentaciones de resultados trimestrales. Sin embargo, Luigi Motti aclara que esa perspectiva negativa que S&P mantiene sobre BBVA -algo que no ocurre con el resto de grandes bancos españoles, cuya visión es neutra en estos momentos- «refleja que si hay un cambio a considerar en cuanto a la gobernanza del grupo, podría bajar su 'rating'».

La explicación ha sido lo suficientemente clara como para aclarar por qué este caso sí puede acabar por afectar al banco en el futuro. «El riesgo reputacional, si va a más, impacta en la dificultad del banco para atraer inversores que financien su deuda», indica Motti. Al mismo tiempo, ha reconocido que el periplo judicial en el que se encuentra inmerso BBVA desde julio de 2019, cuando fue imputado como persona jurídica por los delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción, apenas ha tenido trascendencia fuera de España.

La advertencia de S&P sobre los efectos de Villarejo sobre la reputación corporativa y, por tanto, el negocio del grupo, no solo se ha circunscrito a BBVA, aunque las referencias han sido directas sobre el banco presidido por Carlos Torres desde enero del año pasado. También se han extendido sobre el resto de cotizadas cuya gobernanza pueda verse desdibujada por los acontecimientos en torno a los supuestos encargos a la empresa de seguridad Cenyt, vinculada al policía. Iberdrola, Repsol o CaixaBank son algunas de las firmas señaladas por las infomaciones publicadas en varios diarios digitales y que el juez va incluyendo en la instrucción del caso en la Audiencia Nacional.

Hasta ahora, BBVA se había escudado en que este caso no había dañado a la entidad. Ni había influido en la cuenta de resultados, ni en la cotización, ni en su negocio. «No ha tenido ningún efecto directo en absoluto», recalcó a finales de octubre el CEO, Onur Genç. También dudó entonces que la investigación pudiera tener repercusión en la reputación del banco. «La reputación es algo muy difícil de medir, es intangible. Intentamos medir el impacto sobre la reputación y gestionarlo con la metodología la metodología RepTrak, que utilizan todos los bancos. Pero no vemos ningún impacto y nuestra reputación se ha mantenido estable», explicó en la última presentación trimestral de resultados. El próximo día 31, el banco rendirá cuentas sobre los anuales.

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