El Santander cierra el ERE con 3.069 bajas, el 10% de su plantilla

El resultado del ERE ha sido inferior al inicialmente previsto, ya que el acuerdo alcanzado con los sindicatos suponía la extinción de 3.223 puestos de trabajo, aunque al final han sido unos 300 empleos menos los afectados por la reestructuración. En concreto, se ha producido 3.030 adhesiones voluntarias al proceso abierto por el banco hace más de cinco meses, mientras que el número de trabajadores a los que se ha despedido de forma forzosa supone 39 casos. Además, de todas las salidas, dos tercios corresponden a hombres y el otro tercio a mujeres.

Las condiciones del proceso laboral del ERE pasaban por una especie de sistema de prejubilaciones por el que el Santander ha ofrecido varias franjas de indemnización dependiendo de la edad de los afectados con pagos que suponen hasta el 80% del salario pensionable y la cotización a la Seguriadd Social hasta la edad en la que puedan acceder a la jubilación anticipada correspondiente. Para los menores de 50 años, la indemnización es de 40 días por año trabajado. Ante esta coyuntura, el 55% de las bajas del ERE han estado vinculadas a esos planes de prejubilación.

Además, la mayoría de los afectados han sido trabajadores del propio Santander, un 62% del total; frente al 38%, procedentes de la antigua plantilla del Popular.

Además, el 82% de las bajas han correspondido a la red de sucursales; entre Andalucía y la Comunidad de Madrid han sumado 752 salidas, casi un 25% del total. Es en esas comunidades donde había más solapamiento de oficinas de Santander y Popular, como ya preveía la propia entidad al presentar el ERE.

Por otra parte, el banco ha asumido el compromiso de recolocar al 100% de quienes quieran seguir trabajando. Estas cifras son las correspondientes a los ERE anteriores que ha habido en la entidad.

El ajuste laboral ha ido vinculado al cierre de oficinas. Finalmente se han cerrado 1.128 sucursales, lo que supone 22 menos que el máximo acordado en el ERE firmado por la entidad. La comunidad más afectada fue Andalucía, donde se bajó la persiana de un total de 179 oficinas; seguida de Cataluña, con 154 cierres, y Madrid, con 134. En Galicia se clausuraron 130 sucursales, 105 en Castilla y León, 95 en Valencia, 56 en Castilla-La Mancha, 45 en Baleares, 38 en el País Vasco, 35 en Extremadura, 26 en Canarias, otras 26 en Asturias, 23 en Murcia, 13 en Cantabria y dos en Melilla. Asimismo, en la zona de Aragón, Navarra y La Rioja se prescindieron de 67 oficinas.

Desde el banco indican en este proceso no se ha dejado a ningún municipio donde se encontraban sin servicios bancarios y, en general, la mayoría de los cierres se han concentrado en las ciudades. De hecho, todas las oficinas que se cierran tienen otra sucursal del grupo a una distancia media de 230 metros y el 65%, a menos de 200 metros. Además, apuntan que han reforzado su red de agentes financieros y colaboradores que prestan servicio en aquellas poblaciones que carecen de sucursal.