BBVA emite más de 8.000 tarjetas Aqua en León en seis meses y medio

En España, la cifra de tarjetas emitidas en seis meses ha alcanzado las 736.022 unidades. La singularidad de estos productos hace que su demanda haya crecido en abril en un 25 por ciento en comparación al mes de marzo, situándose en la tarjeta más contratada de todas las gamas que ofrece BBVA.

De las cerca de 740.000 tarjetas con CVV dinámico emitidas en los últimos seis meses, cerca de 367.300 han sido de crédito, más de 335.700 de débito y 33.000 de prepago. En Castilla y León, en total, se han emitido 35.198 tarjetas, repartidas entre casi 27.000 de crédito, algo más de 7.000 de débito y casi 2.000 de prepago. Solo en abril se emitieron en esta comunidad un total de 5.257 tarjetas Aqua.

Por provincias, en León se han emitido desde octubre un total de 8.098 (6.231 de crédito, 1.533 de débito y 334 de prepago); en Valladolid, 7.902 (5.713 de crédito, 1.638 de débito y 551 de prepago); en Burgos, 4.904 (3.814 de crédito, 935 de débito y 155 de prepago); en Salamanca, 4.564 (3.323 de crédito, 1.025 de débito y 216 de prepago); en Palencia, 2.736 (2.080 de crédito, 499 de débito y 157 de prepago); en Zamora, 2.363 (1.845 de crédito, 419 de débito y 99 de prepago); en Segovia, 1.969 (1.328 de crédito, 568 de débito y 73 de prepago); en Ávila, 1.426 (968 de crédito, 376 de débito y 82 de prepago); y en Soria, 1.236 (956 de crédito, 229 de débito y 51 de prepago).

Además, según se informa desde la entidad, esta tarjeta ha supuesto un paso más en cuanto a la incorporación de medidas de seguridad adicionales a la hora de utilizar el plástico como método de pago en las compras 'online'. Lo innovador de la tarjeta Aqua es que cada vez que el cliente quiera realizar una compra 'online' deberá acceder a la 'app' (Android e iPhone) y consultar el número de la tarjeta, el CVV y la fecha de caducidad. En el caso del código de verificación, se generará un código numérico de tres cifras aleatorio con un periodo de caducidad de entre cinco y diez minutos. Todo gracias a una funcionalidad basada en tecnología de 'cloud' y en algoritmos criptográficos avanzados que aseguran la inviolabilidad del código generado para el usuario final.