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Banco Sabadell cerró el pasado año con un beneficio neto atribuido de 768 millones de euros, lo que supone un crecimiento interanual del 134%. Aunque el incremento de los ingresos del negocio bancario, que incluyen el margen de intereses y las comisiones netas, fue mucho ... más discreto, de un 1% en términos interanuales, hasta los 5.061 millones de euros. Esa leve mejora descansó en el crecimiento del 7,7% de las comisiones, que aportaron 1.439 millones de euros a la rúbrica en su conjunto. El margen de intereses, en cambio, retrocedió un 1,4% en términos interanuales.
Este último se vio afectado, según explica el banco, por las nuevas reglas contables, por la titulización de los préstamos y por unos menores tipos de interés. En el último trimestre del año, el margen de intereses logró subir un 0,4%, y aislando el efecto de la titulización, el crecimiento hubiera sido de un 2,1%.
Además de con el apoyo de las comisiones para mejorar su beneficio, Banco Sabadell contó con unos mejores costes, que cayeron un 1,8% en el año, hasta los 3.213 millones de euros. Con ello, logró mejorar el ratio de eficiencia, que se situó en el 55,6% al cierre de 2019, frente al 58,3% de un año antes.
Asimismo, como esencial aportación positiva a su cuenta de resultados, la entidad tuvo que hacer frente a menores dotaciones y deterioros que un año antes, especialmente en su filial británica TSB. Las realizadas en 2019 fueron por valor de 938 millones de euros, de los que 865 millones de euros correspondieron a todos los negocios que no son el británico TSB, por debajo de los 1.320 millones de euros registrados en 2018, de los que 1.089 millones fueron los no atribuibles al TSB. De la reducción sustancial de las provisiones fue responsable el banco británico, por tanto.
Esa menor necesidad de provisiones, a su vez, se debió a la reducción de los activos problemáticos en balance y al recorte de la tasa de mora desde el 4,2% hasta el 3,8% entre 2018 y 2019.
Y es que uno de los hitos más relevantes para el banco en 2019 fue el cierre, el pasado 20 de diciembre, de la transmisión de la mayor parte de sus activos inmobiliarios: un total de cerca de 46.000 inmuebles con un valor bruto contable de 6.414 millones de euros.
El grupo bancario destaca que en el último ejercicio logró incrementar su capital: a final de año, su ratio de solvencia CET1 fully loaded se colocó en el 11,7%, que alcanzaría un nivel pro forma del 12,1% teniendo en cuenta la venta de Sabadell AM. De esta forma, apunta la entidad, se cumple con el objetivo de cerrar el ejercicio 2019 con un ratio de capital con un mínimo del 11,6%.
Si pasamos de la cuenta de resultados al balance, nos topamos con que el crédito vivo al cierre del cuarto trimestre alcanzaba un saldo de 144.572 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 3,7%. En especial, en este crecimiento destacaron los segmentos de grandes empresas y pymes y el progreso en hipotecas.
Los recursos de clientes en balance alcanzaron los 146.309 millones de euros, una cifra un 6,5% superior a la del cierre de diciembre de 2018. El avance descansa sobre el aumento de las cuentas a la vista y el comportamiento favorable del tipo de cambio (Sabadell controla el británico TSB).
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