Sede del Banco de España, en Madrid. R. C.

El Banco de España ya avisa del «riesgo» del conflicto millonario por el índice IRPH hipotecario

El supervisor insta a las entidades a prepararse ante un fallo del TJUE que puede ser contrario a sus intereses y alerta de que la morosidad se acelera en el crédito al consumo

Martes, 7 de mayo 2019, 19:11

Al Banco de España no le va a pillar una nueva sentencia judicial sobre las hipotecas con el pie cambiado ni quiere que se le pueda reprochar que no ha avisado. El supervisor ha dejado plasmado la advertencia sobre la repercusión que puede tener un ... hipotético fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la comercialización del índice hipotecario IRPH en buena parte de los créditos sobre vivienda de la banca española. Así lo expone en el Informe de Estabilidad Financiera en el que alerta de «un riesgo específico» por el «potencial incremento» de las demandas judiciales que podrían llegar si el Tribunal de Luxemburgo determina que la comercialización de ese índice no fue correcta, como ocurrió con el caso de las cláusulas suelo.

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La institución, cuyo gobernador es Pablo Hernández de Cos, se anticipa a cualquier repercusión que un fallo contrario a los intereses de la banca podría tener -la resolución será pública en la segunda mitad del año- incluso en los beneficios de parte de la banca. El informe detalla que estos procesos legales «pueden tener asociados una complejidad y extensión temporal significativos, así como un impacto» sobre las ganancias de las entidades financieras afectadas. El Banco de España señala que ese impacto será desigual, mayor en aquellos grupos donde acumulen más préstamos ligados al IRPH.

Por eso, cita expresamente este riesgo legal como uno de los problemas a los que se puede enfrentar la banca en este ejercicio. Y les recomienda «tomar medidas« para evitar un impacto indeseado en sus cuentas de resultados. «No se trata de realizar provisiones, porque no se conoce el fallo judicial ni sus implicaciones», argumentan fuentes de la institución. Pero sí les pide realizar una «apropiada medición del posible impacto contingente y medidas de gestión y prevención adecuadas». Aunque insisten en que «no se trata solo de medirlo, sino de gestionar» el posible conflicto.

Además, les recuerda que el conflicto de las cláusulas suelo ya les ha costado 2.200 millones de euros hasta enero de este año en concepto de devoluciones a las familias afectado. El conjunto de la banca española ha realizado provisiones para cubrir gastos legales y litigios fiscales por un valor de 8.410 millones de euros entre 2014 y 2017. De hecho, el riesgo de litigiosidad no pasa solo por el caso del IRPH sino también a «otro tipo de riesgos legales que peudan tener» las entidades.

El del IRPH es un caso que está relacionado con la utilización de este índice, que aplicaron varias entidades financieras durante muchos años, sobre todo en los previos a la crisis, y que se mantiene históricamente entre uno y tres puntos por encima del euríbor, con un coste extra en la cuota mensual que ronda los 200 o 300 euros. El IRPH no está tan extendido como las cláusulas suelo, pero un fallo en contra de la banca podría tener hasta más impacto económico porque cabe el riesgo de que, si se anula, las entidades tengan que devolver todos los intereses y dejar la hipoteca gratuita. Goldman Sachs llega a estimar un golpe de 44.000 millones. Se estima que un millón de hogares estarían afectados. Aunque desde el supervisor no ofrecen cifras sobre este potencial impacto.

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El Informe de Estabilidad Financiera también pone el acento en otra de las cuestiones sobre las que el Banco de España viene advirtiendo en los últimos meses: el riesgo de que el crecimiento del crédito al consumo sea tan relevante que genere más problemas de lo esperado. Por ello, anticipa que mantendrá «un seguimiento estrecho» de la evolución de este mercado que crece a un ritmo de doble dígito y que se ha convertido en el pilar de refugio para muchas entidades ante el mantenimiento de los tipos de interés en mínimos y el 'stock' del negocio de las hipotecas aún en negativo. Lo hará, sobre todo, entre las entidades «más dinámicas» en esta política comercial, así como sobre las «condiciones de concesión» de estas operaciones.

A finales del año pasado este mercado acumulaba un volumen de casi 90.000 millones de euros, un 40% más que en el año 2016, con un alza cercana al 15% en diciembre de 2018. El alza es «más moderada» en el último trimestre del año pasado. Aunque lo que le preocupa ahora es la evolución de la morosidad, con tasas de crecimiento del 20%. Por eso, seguirán «las condiciones de concesión y seguimiento a las entidades más dinámicas».

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En el caso de las hipotecas, también señala la «elevada vulnerabilidad» que tienen algunas familias. El Banco de Españ ha constadao que un 10% de los hipotecados tienen que destinar más de un 50% de su renta al pago de esos créditos, lo que supone «una fragilidad», sobre todo si suben los tipos de interés a medio plazo.

El análisis del supervisor sostiene que la banca española se enfrenta este año a otros riesgos, como la ralentización económica, así como por una rentabilidad que se verá sometida a una «presión adicional» por esa moderación de las economías, como la española, y de una política monetaria que mantiene los tipos en mínimos. El Banco de España señala que la ratio de eficiencia de los bancos ha mejorado desde 2016 por el incremento del margen bruto y la «contención de los gastos», que presentan una estructura relativamente estable para las entidades bancarias españolas desde el año 2015. Insiste en seguir esa política, en la que los gastos de personal representan más de la mitad de todos.

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