¿Aprenderemos algo?

Estaba pasando en China, pero nos parecía de otro mundo, poco o nada que ver con nosotros. Hoy por hoy Asia parece haber controlado la epidemia y miramos sorprendidos el caso de Corea del Sur, un ejemplo de lo que debimos hacer.

Sufrimos la pandemia del coronavirus y nos está llegando otra pandemia, la económica, probablemente la más grave que el mundo ha sufrido desde hace generaciones. Nadie se salva, ningún país saldrá adelante si otros países caen; ni Oriente ni Occidente se salvarán solos. Es una labor de todos, navegando en el mismo barco y en una sola dirección. Las inversiones no se pueden parar, es crucial porque si no pararemos la economía. Pero eso solo se consigue con el sacrificio de todos.

Y como siempre son las empresas familiares, grandes y pequeñas, las que cuentan con el espíritu de sacrificio, el compromiso y el esfuerzo necesarios para seguir adelante. Todas debemos seguir con empeño e ilusión para superar un trance que nunca imaginamos. Para ello necesitamos seguridad jurídica y visión de Estado.

El mundo del vino también sufre, mucho. El consumo crece un poco en los hogares; a fin de cuentas, y como me decía un cliente, el vino no sólo es una magnífica compañía para celebrar los grandes momentos, también nos ayuda a soportar los malos. Pero ay, 375.000 negocios de hostelería permanecen cerrados en España; el turismo ha desaparecido y sólo dentro de muchas semanas empezará a recuperarse. Terrible.

Nuestros políticos, todos, tienen la obligación de actuar de buena fe en interés del país y encontrar el consenso necesario para resolver esta crisis. Sin ellos, sin acordar unidos las bases de la reconstrucción, será imposible que las empresas saquemos las castañas del fuego. Que nadie se engañe, son las empresas las que tienen que seguir adelante y salvar la economía.

Debemos tomar conciencia como seres humanos para que esta terrible crisis sanitaria, la pérdida de vidas, especialmente de nuestros mayores, y la dificilísima situación económica que deberemos atravesar, no pasen en balde. No puede ocurrir que se nos olvide todo lo sucedido y nuestro egoísmo prevalezca de nuevo por encima de todo. ¿Aprenderemos algo? Muchas dudas hay sobre ello. Pensemos un poco en los demás.

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