Vivir con 1.080 euros: dónde alquilar una casa con el nuevo salario mínimo

La posibilidad de alquilar una vivienda sigue siendo casi tan complicada como con el anterior salario mínimo. La subida, que supondrá unos 50 euros netos más al mes (80 euros brutos menos retenciones y cotizaciones sociales) es insuficiente como para poder alquilar una vivienda en los términos recomendados por los bancos centrales y el sector financiero: esto es, dedicar, como mucho, una tercera parte de los ingresos al pago de la mensualidad al arrendatario o, en su caso, a la hipoteca.

Ese es el esquema con el que trabaja la banca cuando va a conceder una hipoteca, y el más recomendado por las instituciones monetarias para asegurar la viabilidad presupuestaria de una familia media: una tercera parte para la vivienda; un 20% para el ahorro; y el resto, casi la mitad de los ingresos, para todo tipo de gastos ordinarios, para el día a día. De hecho, destinar más de una tercera parte de los ingresos a la vivienda supone estresar demasiado las finanzas personales.

Sin embargo, con los precios del alquiler actuales, las cuentas de cualquier hogar saltan por los aires, incluso contando con el pequeño respiro del nuevo salario mínimo. Porque en 14 provincias sus habitantes tienen que destinar más de un tercio del renovado salario mínimo para pagar el coste de arrendar un piso o una casa en esos territorios. Si de los 1.080 euros del SMI hay que destinar, como máximo, 360 euros para el alquiler, en Barcelona -la provincia más cara- hay que aportar otros 300 euros más al mes, de media, para sufragar la vivienda. Ocurre

Se trata de las de -por este orden- Barcelona, Madrid, Gipuzkoa, Baleares, Girona, Las Palmas, Bizkaia, Málaga, Lleida, Santa Cruz de Tenerife, Álava, Valencia, Sevilla y Navarra. En el lado contrario de la lista -provincias donde pagar el alquiler supone mucho menos dinero de los 360 euros al mes- se encuentran Jaén, Zamora, Ciudad Real o Ávila, entre otras.

La estadística es aún mucho más dura si se analiza municipio por municipio. Porque, en este caso, las desproporciones son aún mayores, al tratarse de capitales de provincia, grandes urbes donde los alquileres se han tensionado en la última década. La ciudad donde es necesario mucho más dinero del tercio del SMI para afrontar el alquiler es Barcelona, donde hay que rascarse el bolsillo en otros 400 euros más para asumir esa mensualidad. Le siguen San Sebastián, Madrid, Bilbao y Palma de Mallorca. Las capitales donde sobra dinero de ese tercio del salario mínimo para pagar el alquiler son Zamora, Ciudad Real, Ávila y Lugo.

La tragedia inmobiliaria que se cierne sobre quienes cobran el salario mínimo es aún más compleja cuando se trata de buscar casa que se acoja al criterio de gastar en ella un tercio, como máximo, de ese ingreso. Porque siendo estrictamente rigurosos, solamente hay ahora mismo en España un millar de viviendas cuyo precio cumple ese requisito financiero.

En concreto, casas cuyo precio se encuentre por debajo de los 360 euros (un tercio del SMI actualizado) se concentran en las provincias de Jaén (117), Ciudad Real, Coruña y Badajoz.