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Hotel de lujo en Australia. R. C.
¿Adónde va el dinero de los ricos? Renovables, hoteles y Luxemburgo

¿Adónde va el dinero de los ricos? Renovables, hoteles y Luxemburgo

Los grandes patrimonios ponen a trabajar la liquidez que han acumulado durante la pandemia en busca de más rentabilidad

CLARA ALBA

Madrid

Domingo, 7 de marzo 2021, 02:47

Máxima intensidad en los despachos de los banqueros privados del país. Tras un año acumulando liquidez a la espera de una mayor visibilidad sobre la evolución de la economía, las grandes fortunas empiezan a mover su dinero en busca de oportunidades de inversión.

No se ... trata solo de encontrar nuevas clases de activos en los que hacer crecer su dinero, sino de descubrir cuál es la mejor fórmula para hacerlo, ante la incertidumbre legal que aún pesa sobre las sociedades de inversión de capital variable (sicav), a través de las que estos perfiles suelen gestionar su patrimonio.

Los problemas se dispararon con la llegada de la ley antifraude, que sigue en trámite legislativo y pretende endurecer los requisitos que deben cumplir para mantener su tributación al 1% actual. Entre otros, contar con al menos 100 socios con una inversión mínima de 2.500 euros.

Los datos evidencian el declive de estos vehículos, con la desaparición de 913 sicav en apenas cinco años y la espantada de casi 105.000 partícipes. «El ruido se ha reducido, pero los clientes siguen pidiendo asesoramiento para conocer las alternativas si dan de baja sus sicavs», indican desde una entidad de banca privada nacional.

Pero el dinero que ha salido de estos vehículos no se ha esfumado. Los gestores han ajustado su oferta a esta nueva realidad y una de las opciones más demandadas por los altos patrimonios ha sido 'pasarse' a los fondos de inversión, preferentemente con sede en Luxemburgo. Aunque no detallan los volúmenes por la discrección que caracteriza a este negocio, desde varias entidades coinciden en que la matrícula del Gran Ducado también es muy demandada en otros productos como los unit linked, un tipo de seguro en el que el tomador asume todo el riesgo de la inversión.

«En Luxemburgo hay más seguridad jurídica, reduces los gastos de los clientes y puedes gestionar productos más líquidos y atractivos fiscalmente que las sicavs», reconoce Antonio Aspas, socio y gestor de Buy&Hold. Aunque la firma no está enfocada en los altos patrimonios, sí considera que esta es una tendencia que ha llegado para quedarse.

¿Dónde invierten?

La crisis también ha provocado que las fortunas españolas encuentren oportunidades en segmentos hasta ahora reservados para los inversores institucionales. «Este tipo de perfil es muy conservador y, ahora, tras años de tipos de interés en mínimos, la renta fija ya no sirve para cumplir sus objetivos de generar algo de rentabilidad preservando el capital», indican los expertos.

En este sentido, la apuesta es firme por los activos alternativos para ir más allá de la tradicional distribución entre renta variable y renta fija. Así lo consideran desde el área de Private Wealth de Banco Santander, donde se gestionan patrimonios que superan los 20 millones de euros. Renovables, inmobiliario y capital riesgo, entre los sectores más demandados en los últimos meses.

Respecto a las renovables, desde firmas como Buy&Hold recomiendan extremar el cuidado ante valoraciones muy elevadas. Sin embargo, la banca privada sí ve oportunidades en proyectos conjuntos, de la mano de otros socios, en aquellos segmentos capaces de aprovechar los cambios que la pandemia ha traído, por ejemplo, en movilidad. Proyectos de conducción eléctrica o el desarrollo de viviendas sostenibles centran ahora el interés de los clientes.

Hoteles con estrella

El 'real estate' tampoco ha perdido su espacio entre los altos patrimonios, con la esperanza de encontrar rentabilidades de entre el 4% y el 7%. Tras lo peor de la crisis, el mayor apetito inversor se ha dejado notar en los activos hoteleros. «Hay muchos que lo están pasando muy mal y es una oportunidad para comprar a buenos precios», explica Iñaki Unsain, presidente de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI).

Un claro exponente de esta tendencia es la reciente compra del hotel Senator Playaballena por parte del empresario Amancio Ortega por 25 millones de euros. Un valor que los expertos consideraron en su momento muy inferior al que podía presentar este activo de lujo hace solo un año.

Unsain tiene claro que «las grandes fortunas vuelven a mirar el inmobiliario como una fórmula de buscar las rentas que ya no consiguen con los bonos». Y apunta a un nuevo activo en pleno auge: el suelo logístico para cubrir las necesidades que han surgido con el boom del comercio online durante la pandemia.

Dentro del residencial, Eduardo Crisenti, socio de la inmobiliaria de lujo BarnesMadrid asegura haber notado un repunte en la demanda de obra nueva «a partir de los dos millones de euros». Apunta también al gusto por «el sabor histórico» con la compra de palacetes en zonas 'prime', aunque en este caso la demanda llega de clientes extranjeros, sobre todo latinoamericanos.

También ha ganado tracción el 'build to rent' (comprar para alquilar), de la mano de promotoras que buscan socios en los altos patrimonios para invertir y repartir el riesgo.

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