El laberinto de las cláusulas suelo complica a la banca el final del año

La entidad que más se jugaba en esta operación era BBVA, el banco con mayor número de cláusulas suelo entre sus clientes. Aunque cuando el Tribunal Supremo dictó la primera sentencia contraria a la limitación de los intereses retiró esta condición de sus hipotecas, la devolución retroactiva podría costarle de forma global unos 1.850 millones, según las estimaciones de Goldman Sachs. Para cubrir los efectos de la retroactividad total, el banco ha informado a la CNMV que provisionará 404 millones con cargo a los resultados de este ejercicio.

CaixaBank también retiró todas sus cláusulas suelo de sus préstamos hipotecarios. En este caso, se trataba de una herencia procedente de créditos de las cajas adquiridas durante la crisis, como Banca Cívica. La entidad presidida por Jordi Gual sí había calculado el impacto de la retroactividad total, que ascendería a 750 millones en sus cuentas. Hasta ahora, tenía constituidas unas provisiones por valor de 515 millones para hacer frente a esta situación. En total, el importe ascendería, por tanto, a 1.265 millones.

Popular también había reservado de sus cuenta unos 350 millones para una sentencia contraria que pudiera llegar desde Luxemburgo, algo que consideraban "remoto", aunque finalmente ha sido así. Como la entidad, que pasa por un delicado momento financiero y que acabará el año previsiblemente en pérdidas, tendrá que asumir un impacto de 684 millones, el importe final será de 334 millones, según ha comunicado a la CNMV. Aunque en un principio se resistió a retirar las limitaciones de los intereses hipotecarios, finalmente lo hizo entre sus clientes particulares.

En Bankia, el impacto es menor, aunque también supondría un cargo adicional de 100 millones de euros, según consta en el folleto continuado remitido al regulador por la entidad en julio. Esta cifra resulta de restar a los 200 millones de impacto que tiene la resolución judicial los 100 millones que ya había provisionado.

Liberbank, otro de los bancos afectados, estimaban que solo este año tendrían que asumir un impacto en sus cuentas de 83 millones de euros. Esta cantidad se reflejará en sus cuentas anuales de este ejercicio, lo que supondrá una merma del 83% de esas ganancias, que hasta septiembre alcanzaban los 100 millones.

Sabadell y Santander, cara y cruz

Las dos entidades que han mantenido una actitud complemetamente diferente en el tratamiento de las cláusulas suelo han sido Banco Sabadell y Santander. En el primer caso, porque sus directivos siempre han mantenido una postura férrea indicando que las condiciones de sus hipotecas eran "claras y transparentes" y que no tenían por qué anulas las limitaciones de intereses. En el caso de la entidad presidida por Ana Botín, nunca llegó a aplicar suelos en sus hipotecas, por lo que se ha librado de este problema desde el primer momento.

Sabadell, que ha sido una de las entidades demandadas por las asociaciones de consumidores, sostiene que sus contratos hipotecarios son legales. Y siempre ha planteado que recurrirán hasta el último momento para hacer valer su posición. Esta estrategia no ha impedido que se hayan negociado "en algunos casos" las condiciones de las hipotecas con determinados clientes para anular las cláusulas suelo, pero nunca las ha retirado de forma generalizada.