El mercado espera otra caída de los precios del crudo por la división de los productores

«Realmente comprendemos que se necesitan más consultas y este es el deseo de los participantes», argumentó ante la prensa el ministro de Industria y Energía de Catar, Mohamed bin Saleh al Sada, para evitar que se hablara de fracaso. Sin embargo, esa era la sensación que se translucía desde algunas delegaciones tras las conversaciones celebradas a puerta cerrada todo el día.

Los expertos habían advertido de antemano que la cumbre se daría por malograda sin un pacto o, al menos preacuerdo para limitar temporalmente la extracción de crudo como ya hicieron en febrero Arabia Saudí, Catar, Rusia y Venezuela. Y la consecuencia, aventuraban, sería una más que probable caída de la cotización del llamado oro negro que se vería ya en las próximas horas.

Desde la Agencia Internacional de la Energía (IEA) advirtieron el jueves que una mera congelación de la producción apenas tendría un «efecto limitado» en los mercados porque ya habían descontado una medida así desde hace días. A ello se sumó la filtración de un supuesto acuerdo entre saudíes y rusos.

Sin embargo, desde mediados de semana la expectativa fue bajando y el coste del crudo retrocediendo ligeramente de los 45 dólares que llegó a rozar. Así, el de clase Brent (referente en Europa) cerró la semana en 43,10 dólares, su valor más alto desde mediados de noviembre, mientras el West Texas (usado en EE UU) lo hizo en 40,36 dólares, tras registrar un descenso medio del 2%.

Un suelo de 30 dólares

Este lunes, salvo sorpresas, también abrirá en los mercados a la baja. La duda es saber hasta dónde llegará la caída. Los analistas de Citigroup preveían el viernes que podría ser bastante sin acuerdo en Doha, como finalmente ha ocurrido, y hablaban de «un gran impacto negativo». Desde Saxo Bank se atrevían a poner un margen, hasta los 30 dólares por barril, a ese desplome en la cotización.

Claro que, salvo movimientos inesperados en las bolsas, se trataría en todo caso de un descenso paulatino en varias semanas hasta que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus allegados vuelvan a mover ficha. Desde Morgan Stanley explican que el mercado del crudo se mueve por el análisis técnico y los titulares de prensa, y a falta del primero la noticia de que el cartel de la oferta sigue dividido en contra de lo que se había sugerido recientemente solo podría provocar un cambio bajista.

En la misma línea, la banca de inversión Goldman Sachs incidió en que las fuertes expectativas que había respecto a la cumbre resultarían ahora contraproducentes para el precio del crudo, al suponer un «catalizador bajista». Números en mano, la cotización actual del oro negro (tomando el Brent como referencia) es casi un 63% más baja de la que tenía de media durante 2014. No obstante, desde enero su valor se ha apreciado un 59% y la previsiones más alcistas apuntaban hasta ahora que en 2016 se podrían recuperar los 50 dólares por barril.

Es precisamente la referencia que Rusia había presentado como aceptable en la reunión de Doha, frente a la propuesta de algunos países latinoamericanos de aproximarse a los 60. Según los expertos, a partir de un precio de 45 dólares se dan por cubiertos los costes de producción (calculados para el Brent).

El anfitrión de la cumbre, Al Sada, reconoció este domingo como otros participantes por ejemplo, el ministro nigeriano de Hidrocarburos que una eventual congelación de la oferta sería más efectiva «si todos los grandes productores de la OPEP, Irán incluida», estuvieran en el acuerdo. Pero esta república islámica no está dispuesta a ello hasta que alcance una media de cuatro millones de barriles diarios en marzo superó los 3,3 que le permita aprovecharse económicamente del levantamiento de las sanciones internacionales.