Nadal avista a Kyrgios y evita a Djokovic hasta la final

El torneo y sus peculiaridades, como el hecho de ser el único Grande que no respeta el ránking ATP y que utiliza una fórmula propia para establecer los cabezas de serie, desplazó a Nadal al tercer puesto de la lista, pese a ser número dos del mundo.

Este perjuicio, esperado puesto que la norma data de 2001, no ha sido tan duro como podría haberse dado y el balear no tendrá que medirse a Djokovic en unas hipotéticas semifinales, ya que han caído en lados diferentes del cuadro.

El manacorense, dos veces campeón en el All England Club (2008 y 2010), debutará este martes contra el japonés Yuichi Sugita, raqueta número 258 del mundo y que llegó al torneo gracias a pasar la fase previa.

La peculiaridad de Sugita es que en última ronda de previa eliminó al checo Lukas Rosol, de infausto recuerdo para Nadal puesto que le eliminó en la edición de 2012.

Este no parece un escollo de entidad para el reciente campeón de Roland Garros, pero los problemas arrancan en segunda ronda, cuando se podría medir al caótico Nick Kyrgios. El australiano se enfrentará a su compatriota Jordan Thompson y podría repetir el choque que tuvo con el balear en 2014, cuando un adolescente Kyrgios apartó al español.

En un hipotético camino del español a través de las rondas del All England Club, el canadiense Denis Shapovalov se posiciona como su rival en la tercera ronda, con el francés Jo-Wilfred Tsonga en la sombra. En octavos podría esperar todo un finalista en Wimbledon como el croata Marin Cilic, quien además ya le batió esta semana en la exhibición de Hurlingham, primer y último torneo preparatorio de Nadal en hierba.

Cuartos de final sería la ronda en la que Nadal se midiera con el austríaco Dominic Thiem, al que derrotó en la final de París y quien lleva ya días entrenando en el club de Hurlingham.

Para las semifinales quedaría el suizo Roger Federer, quien busca en este 2019 su noveno título y su vigésimo primer 'major', y en la deseada final, Djokovic, el vigente campeón.

La condición de Garbiñe Muguruza de número 26 del mundo le ha granjeado un cuadro muy complicado y cargado de bombas. En un Wimbledon que se presenta como de los más abiertos de la historia, la española debutará contra la brasileña Beatriz Haddad Maia, número 121 del ránking y que llega procedente de la previa. Las complicaciones llegarían a partir de una hipotética tercera ronda en la que la número uno del mundo, Ashleigh Barty, se presenta como su posible rival. Octavos ante la suiza Belinda Bencic, cuartos ante la alemana Angelique Kerver, defensora del título, y semifinales ante la holandesa Kiki Bertens, es lo que marca el cuadro, dejando para la final a la número dos mundial, la japonesa Naomi Osaka.

Muguruza, que triunfó en estas pistas en 2017, acude sin la presión del año pasado, cuando cayó en segunda ronda de manera sorprendente.

La representación española está completada por Carla Suárez, que arranca contra la australiana Samantha Stosur, Sara Sorribes, contra la danesa Caroline Wozniacki, y Paula Badosa, que se mide a la rusa Varvara Flink.

En el cuadro masculino Feliciano López jugará contra el estadounidense Marcos Giron, el madrileño Fernando Verdasco irá contra el polaco Kamil Majchrzak, Roberto Bautista ante el alemán Peter Gojowczyk, Roberto Carballés contra Miomir Kecmanovic, Albert Ramos contra Steve Johnson y Pablo Andújar contra Mikhail Kukushkin.