Alcaraz vence a los nervios

«Siempre me pongo nervioso al entrar a esta pista», dijo Carlos Alcaraz una vez superado el obstáculo de Mark Lajal (7-6 (3), 7-5 y 6-2), un estonio fuera de los 250 mejores del mundo que durante dos sets se creyó capaz de eliminar al vigente campeón de Wimbledon.

El español, en la vuelta al sitio donde fue feliz hace un año, desactivó las tácticas de Lajal y venció a sus propios nervios para superar el primer día en Wimbledon, en el que tuvo el privilegio de inaugurar la pista central por haber levantado el título en 2023.

Con la hierba prácticamente intacta, tras apenas unos entrenamientos para asentarla, Alcaraz sintió la presión del campeón ante un chico de su misma edad que no tenía que guardarse nada porque todo lo que consiguiera en un escenario como este era inesperado.

Para un tenista que nunca se había enfrentado a un top 10, que nunca había jugado en Grand Slam y que hace días partía en la previa con peor ranking que sus tres rivales, estar en la central ante Alcaraz era un regalo. Pero no se lo tomó como esos que se dan por vencidos antes de empezar. Lajal vino a disfrutar y a intentar ganar todo lo posible.

Consiguió ir con ventaja de 'break' en los dos primeros sets, que no es poco ante Alcaraz y llevó el primero al desempate. Le faltó creérselo, porque tenía tenis y armas para incomodar a Alcaraz. «Me ha sorprendido un poco, no le había visto mucho, pero tiene nivel para crecer y es muy joven. Estoy seguro que le voy a ver más en el circuito y que voy a jugar contra él muchas más veces», apuntó el murciano tras desembarazarse de él.

Le faltó creérselo porque cada vez que amasó una ventaja, con 2-3 en el primer set y con 0-2 en el segundo parcial, siempre recibió una contestación de varios puntos de longitud. Tras encajar el primer 'break', Alcaraz ganó los diez siguiente puntos. Tras ponerse 0-2 en el segundo, se llevó ocho puntos consecutivos. Incluso cuando el estonio dispuso de un 40-0 para poner el 6-5 y asegurarse un segundo desempate, cedió otros ocho puntos seguidos y con ello su servicio y el set.

No le quedó otra, con 2-0, ventaja que Alcaraz no ha perdido nunca, que rendirse. Su saque se le esfumó en dos ocasiones, apenas ganó cuatro puntos al de Alcaraz y antes de que el reloj marcara las dos horas y media de partido, escuchó la ovación de la pista central despidiéndole. Merecido aplauso para el estonio que, en un escenario más que desconocido para él, dio la cara y se marchó con la cabeza bien alta. David Beckham y David Attenborough, las dos grandes celebridades presentes este lunes en Wimbledon, dieron su aprobación al joven estonio.

Con ocho victorias seguidas en Wimbledon, Alcaraz tendrá que volver a pista el miércoles, ante el ganador del duelo entre Sebastian Ofner y Aleksandar Vukic.

En cuanto a la participación española en Wimbledon, Sara Sorribes quedó eliminada al perder frente a la séptima favorita, Jasmine Paolini, por 7-5 y 6-3. La de Castellón no pudo igualar la segunda ronda de los últimos tres años.

Además, Pablo Carreño, que buscaba ganar por primera vez en su vida en el All England Club, se tuvo que retirar del torneo horas antes de que este comenzara por un problema muscular.

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