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Manuel Sánchez
Domingo, 10 de septiembre 2017, 17:26
Sloane Stephens estaba clasificada como la 957 del mundo a principios del pasado mes de agosto. La estadounidense, una de las mayores joyas del futuro del tenis americano, tuvo que parar durante casi un año debido a una lesión en el pie izquierdo. Ahora, once ... meses después, se ha alzado como campeona del Abierto de los Estados Unidos al derrotar a su compatriota Madison Keys (6-3 y 6-0).
En la primera final entre dos tenistas de Estados Unidos desde 2002, cuando Serena batió a su hermana Venus, Stephens estuvo mucho más acertada y solo cometió seis errores no forzados por los 30 de Keys. Además, el saque de Stephens, uno de los mejores del circuito femenino (ganó cerca de un 70 % de puntos con primer servicio) prevaleció por encima de Keys, que solo tuvo opciones de romper con el partido ya casi decidido (6-3 y 4-0). No las aprovechó y dejó el título en bandeja a Stephens, que se impuso en el duelo de debutantes. La campeona, ha dejado por el camino a tenistas como Dominika Cibulkova, además de romper el sueño de Venus Williams en semifinales.
Con este título, el primer "Grand Slam" de su trayectoria deportiva, se mete de lleno en el top 20 y se acerca a cuando en 2013, se quedó a las puertas del top 10.
En un torneo en el que Garbiñe Muguruza se hizo con el número uno de la WTA, el tenis americano ha vuelto a demostrar que hay vida más allá de las hermanas Williams.
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