Nadal y la redención de Australia

El ejemplo más claro fue hace un año, cuando iba dos sets abajo, 'break' en contra y 0-40 a favor de Daniil Medvedev y levantó aquel partido para lograr su Grand Slam número 21, ganar todos los 'majors' al menos en dos ocasiones y conquistar su segundo Abierto de Australia, espina clavada desde 2009.

Aquella remontada implica que ahora Nadal es el vigente campeón y el encargado de retener el título, uno de los grandes 'peros' de su carrera y es que el balear nunca ha defendido con éxito un Grand Slam fuera de la tierra batida de Roland Garros y solo ha retenido un título en pista dura, el Masters 1.000 de Canadá en 2018 y 2019.

A este quiste histórico hay que sumar el mal momento deportivo que atraviesa el español, con una sola victoria (ante Casper Ruud en las Finales ATP) en los últimos siete partidos. Desde la disputa del US Open en agosto hasta mediados de enero, Nadal solo ha ganado un partido oficial y ha comenzado el año con dos derrotas, ambas con set arriba a favor y ambas luciendo falta de confianza.

La falta de victorias y de tiempo en pista son los grandes interrogantes de Nadal en su llegada a Melbourne, el segundo 'major' en el que más victorias tiene (76). El debut no va a ayudar. El sorteo, muy duro, le deparó un duelo en primera ronda con Jack Draper, un zurdo británico que está ubicado en el puesto 40 del ranking y que viene de hacer semifinales esta semana en Adelaida.

Será la primera vez en su carrera que Nadal se mida con un rival de tan alto ranking en su debut en el torneo. Las perspectivas más adelante, en caso de superar a Draper, no son mucho mejores. Frances Tiafoe, en octavos de final; Daniil Medvedev, en cuartos; Stefanos Tsitsipas, en semifinales y Novak Djokovic, en la final. Es uno de los caminos más duros que Nadal ha tenido en un Grand Slam, al menos de antemano, porque luego los cuadros finales tienen poco que ver con lo que muestran las predicciones.

Al otro lado del cuadro está Djokovic, con su ruta más despejada y con la seguridad de haber ganado ya un título este año y ser el más galardonado en Melbourne con nueve entorchados. Además, el serbio juega sin la presión de defender botín alguno del año pasado. No participó en el torneo al ser deportado por no vacunarse contra la covid, por lo que una victoria le aseguraría 2.000 puntos y pasar al ausente Carlos Alcaraz en el número uno.

El de Belgrado ha arrastrado en los últimos días problemas en los isquiotibiales, pero parece una dolencia menor, como demostró el hecho de aguantar una exhibición contra Nick Kyrgios este viernes. Su primer rival en la Rod Laver Arena será Roberto Carballés. En total, habrá doce españoles en el torneo, nueve en el cuadro masculino y cuatro en el cuadro femenino.

Además de Nadal y Djokovic, el plantel de favoritos incluye a Tsitsipas, que suma tres semifinales en estas pistas, a Medvedev, cuya confianza cayó en picado tras la final perdida hace un año, pero siempre es un peligro en canchas rápidas, a Alexander Zverev, que retorna tras más de medio año fuera por una lesión de tobillo, y a Nick Kyrgios, que ha desechado defender su título en dobles para por fin conseguir un gran resultado en su tierra. El de Canberra ha logrado la final en Wimbledon y cuartos en el pasado US Open, sus dos mejores resultados en los grandes torneos.

En el cuadro femenino se busca sucesora a Ashleigh Barty, que se retiró el año pasado y que es la vigente campeona. La gran favorita es Iga Swiatek, ganadora en Roland Garros y US Open la temporada pasada y que sostiene cómodamente el número uno del mundo. Ons Jabeur, Jessica Pegula, Aryna Sabalenka y Maria Sakkari son sus principales rivales por el primer Grand Slam del año.