Secciones
Servicios
Destacamos
enric gardiner
Martes, 11 de mayo 2021, 00:31
El Foro Itálico de Roma es uno de los escenarios más hermosos del calendario tenístico. Entre sus paredes, el verde de los rincones contrasta con el blanco del mármol en el que están esculpidas las estatuas de 59 atletas, una oda al culto del ... cuerpo. Estas escoltan la pista Nicola Pietrangeli, una de las más icónicas del circuito, y dan paso a unas instalaciones otrora relacionadas con el fascismo y en las que ahora despliegan su juego los mejores tenistas del mundo.
Porque hace muchos años el antiguo Foro Mussolini fue un lugar de propagación del fascismo. Sus edificios rojos albergaban, entre otras instituciones, la academia de formación física para jóvenes italianos, donde se moldeaba a los futuros herederos del movimiento, a la vez que servía como ejemplo arquitectónico de esta corriente de pensamiento en lo más profundo de Roma. Benito Mussolini, quien mandó construir el complejo, quiso albergar unos Juegos Olímpicos en ellos y lo utilizó como motor de propaganda. El deporte como dispersor de sus ideas.
El tiempo se ha encargado de borrar poco a poco la relación entre este Foro Itálico y el fascismo, aunque aún queden reminiscencias, como el obelisco que recibe a los visitantes y que está dedicado al dictador, y las líneas rectas y las formas simples de su arquitectura.
El horror de aquellos años ha quedado sepultado por los recuerdos tenísticos de una ciudad en la que Rafael Nadal ha ganado en nueve ocasiones. La capital italiana es la cuarta plaza más exitosa de la carrera del balear, por detrás de París (13 títulos en Roland Garros), Barcelona (12) y Montecarlo (11).
Llega a aquí en lo que sería una gran gira de arcilla para cualquier tenista. Seguramente para todos, menos para él, acostumbrado a levantar títulos a pares sobre la superficie roja. Nadal ha hecho cuartos en Montecarlo, se llevó el título en el Conde de Godó y alcanzó los cuartos también en Madrid. De acusar la falta de ritmo en el Principado a salvar un punto de partido en contra en Barcelona y a terminar claudicando ante el a la postre campeón Alexander Zverev en Madrid.
Nadal ha vivido una montaña rusa en esta temporada de tierra, cuyo pico fue Barcelona y cuyo punto más bajo Montecarlo. La derrota en Madrid no sorprende, dadas las complicadas circunstancias de la ciudad y lo difícil que lo ha tenido para ganar el título ahí en los últimos años. Solo cuatro trofeos en un torneo de tierra al que ha sido asiduo cada año no es casualidad.
Pero ahora llega Roma, la ciudad que impone un posible reencuentro con Novak Djokovic, ausente en Madrid, y el último paso antes de París. El balear debutará este miércoles contra el ganador del duelo entre Ugo Humbert y Jannik Sinner y sabe que solo podría encontrarse con Djokovic en una hipotética final. Así se lo permite su estatus de número dos del mundo, el mismo que perdió este lunes en favor de Daniil Medvedev y que no podrá recuperar ya antes de Roland Garros.
Nadal será tercer cabeza de serie -o incluso cuarto si le supera Dominic Thiem-, lo que implicará que el sorteo del segundo Grand Slam puede deparar un duelo contra el serbio en semifinales. Ni ganando el torneo de Roma, Nadal podría dar caza a Medvedev, por lo que se verá relegado al tercer escalón de favoritos.
En Roma, lo que le concierne antes de pensar en Roland Garros, el español podría enfrentarse en tercera ronda con Denis Shapovalov, en cuartos de final con Alexander Zverev, su verdugo en Madrid, y en semifinales con Medvedev, en lo que apunta a ser una buena preparación de cara al asalto al décimo cuarto Roland Garros el próximo 30 de mayo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los Reyes, en el estand de Cantabria en Fitur
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.