Gigante Carla Suárez para subir al Grupo Mundial

El capitán belga, Johan Van Herck, decidió antes de que comenzar la jornada final sustituir a Alison Van Uytvanck, que fue atropellada por Carla Suárez el sábado, y dar la oportunidad a Ysaline Bonaventure, número 122 del mundo. A priori, parecía una buena noticia, ya que Van Uytvanck, que quizás estaba aquejada de un problema en el oído, como se pudo ver en el banquillo belga, fue la verdugo de Muguruza en el pasado torneo de Wimbledon.

Sin embargo, la número tres belga resultó ser otro bache en el camino de la hispano-venezolana. Ni siquiera el comienzo arriba de 4-1, con varias oportunidades de ponerse 5-1, amilanó a Bonaventure, bien respaldada por la ruidosa hinchada roja. Remontó con cinco juegos consecutivos y aprovechó una laguna mental, con 13 puntos seguidos perdidos, en el juego de Muguruza, que a la postre fue definitiva.

La reacción de llevarse el segundo parcial con un rosco fue un espejismo en el juego de Garbiñe Muguruza, demasiado pasiva y defensiva, siempre remando detrás de los golpes de una increíblemente precisa Bonaventure. En el tercer set, pese a la inercia que le daba el rosco, Muguruza nunca llegó a estar a la altura. Perdió el servicio pronto, pudo perderlo más veces y sólo tuvo una oportunidad de volver a encaminar el rumbo con 4-3 abajo, desperdiciada. Bonaventure perdió tres puntos de partido al resto y aprovechó el cuarto, ya con servicio para poner a Bélgica por delante en la eliminatoria y, para una vez más, dejar toda la presión en Carla Suárez.

Y una vez más, la grancanaria respondió con contundencia. Van Herck siguió con los cambios, no alineó a Kirsten Flipkens, autora del punto belga el sábado, y metió a Yanina Wickmayer, 127 del mundo, en su lugar. No hubo color, Carla Suárez siguió con su vitola de heroína de la eliminatoria y solventó el partido en menos de una hora para sumar su segundo punto individual. Dos de dos para Carla Suárez, que hizo como Georgina García Pérez en Japón, y quedaba el dobles.

Anabel Medina optó por juntar a las dos, compañeras en el pasado en el circuito, y prescindir de una especialista como María José Martínez. La fórmula dio resultado. Enfrente, Bonaventure y Flipkens. Las belgas se adelantaron 3-0 en el primer parcial, pero incapaces de sentenciar, vieron cómo las españolas remontaron para anotarse la manga en el parcial.

En el largo día en Cortrique, aún quedaba un último repecho. Bonaventure y Flipkens se repusieron en el segundo set y forzaron un dramático tercero en el que la ganadora subiría al Grupo Mundial. Muguruza, dolida por un fin de semana adverso, fue una pared en la red cerrando los puntos necesarios para que España abrochase el sufrimiento de eliminatoria por 6-2 en el tercer set.