España, a pensar en 2018

En 2018 la situación del tenis español será muy distinta. Lo primero de todo es que la continuación de Conchita al frente del equipo no es segura, ya que su contrato finaliza en noviembre de este año. Y si bien, su labor ha sido intachable durante los años que lleva como capitana, a la hora de la verdad, en los primeros cuartos de final que España disputaba desde 2012, las insignias de España en los últimos años no han estado al lado de la aragonesa.

Ni Rafa Nadal, centrado en la gira de tierra batida, ni Roberto Bautista, con molestias físicas, ni David Ferrer, dedicado a los entrenamientos en tierra, ni Fernando Verdasco y Feliciano López, que se encuentran en Houston en un torneo, han disputado los cuartos de final de la Davis. Especialmente destacan las ausencias de Nadal, Feliciano, que obligó a poner una pareja sin experiencia juntos (Carreño y Marc) o Verdasco, que hubiese sido una buena opción ante Djokovic, al que casi derrotó a principios de temporada en Doha. Por su parte, Rafa ha disputado seis eliminatorias en los últimos siete años, un bagaje pobre para la mejor raqueta de España. Además, la comparación con el big four es claramente desfavorable para el manacorense. Tanto Roger Federer -70 partidos de Copa Davis jugados-, Novak Djokovic -44 partidos- y Andy Murray -47 partidos- han disputado más encuentros que Rafa, que acumula 32 en la competición por equipos por excelencia. Por ello, recuperar la fidelidad de Rafa al equipo español se antoja imprescindible para poder soñar con conquistar la sexta ensaladera, sobre todo cuando en tres de las cinco que España posee en su palmarés, el balear fue una pieza clave.

Pero no hay que olvidarse de los que sí han estado. La propia Conchita destacó en rueda de prensa posterior al partido de dobles que el equipo se va triste tras el 3-0, pero señaló que hay que estar aquí, hay que exponerse, y estos jugadores han dejado todo para venir. Por ello, pese a la derrota, la presencia de Carreño, Ramos, Munar y Marc López es digna de destacar, sobre todo antes de la temporada de tierra batida, donde defienden bastantes puntos.

Otra de las circunstancias que España tendrá a favor en 2018, a priori, será el factor cancha. España acumula en Copa Davis ocho eliminatorias seguidas fuera de casa, un bagaje que debe empezar a cambiar el próximo año. De ese modo, en posibles enfrentamientos ante Serbia, Croacia, Rusia, Alemania o República Checa, Bélgica o Australia, la ventaja de campo sería para el equipo español.