El título de Max Verstappen como campeón del mundo de la Fórmula 1 también es leonés. Óscar González, nacido en la Pola de Gordón, forma parte del equipo de mecánico del holandés que, tras meses y meses de duro trabajo, ha logrado alzarse con el ... ansiado título tras una lucha sin cuartel con Mercedes.
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Las últimas semanas han sido especialmente frenéticas para las dos escuderías. Reajustes, estrategias y muchos momentos de presión que conllevaban jornadas con turnos doblados. Todo para que el monoplaza de Verstappen llegase a los últimos Grandes Premios con posibilidades de alzarse con su primer tiempo.
Un título que culmina una pasión que comenzó a latir en Óscar con apenas 16 años. Sus padres marcharon rumbo a Pravia, Asturias, por trabajo. Mientras su padre trabajaba como minero y su madre lo hacian en una peluqiería, el hoy mecánico de Redbull descubrió su amor por el rugido de los motres frente a su casa.
Desguaces El Campón vio los primeros pasos del leonés, que con 16 años comenzó a trabajar para ellos por la tardes, en sus ratos libres y también durante los veranos. Pravia es territorio de rallyes y este centro se encargaba de la puesta a punto de los coches por lo que Óscar, desde bien temprano, se metió de lleno en la alta competición.
Del Desguace a la escuela Monlau a estudiar electromecánica de competición y, tras situarse entre los mejores expedientes, puso rumbo a Epsilon Euskadi para preparar coches de alta competición para varias campeonatos de prestigio como el Le Mans Series
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El mundo del rallye vio sus primeros experiencias como profesional pero Óscar anhelaba dar el salto a la Fórmula 1.
Y lo logró. El equipo español HRT Racing le abrió las puertas de uno de los campeonatos con mayor seguimiento del planeta. Tras la salida de la escudería, se mantuvo en el circuito con su llegada a Red Bull.
Su debut al cuidado del monoplaza del ruso Daniil Kvyat dio paso, en el 2015, a encargarse, junto a un equipo de ocho mecánicos, de la puesta a punto del vehículo de un recién llegado Max Verstappen, tras la promoción del holandés desde Toro Rosso.
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El camino junto al neerlandés hacia su título mundial no ha sido sencillo. Ingenieros y mecánicos se han esforzado durante años para situar a su piloto con opciones de disputarle un campeonato a la todopoderosa Mercedes.
El cambio de motor de Renault al Honda actual disparó el entusiasmo de una escudería que, paso a paso, ha logrado acercarse a los primeros puestos. Pese a la dedicación constante de los mecánicos, el trabajo de los primeros años de Verstappen en la principal escudería de Redbull fue todavía más exigente cuando el monoplaza no lograba aproximarse a las ruedas de Hamilton y Bottas.
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Óscar ha sido partícipe del retorno de Red Bull a lo más alto. El gordonés ha comprobado de primera mano la evolución y madurez de Verstappen en su camino a lo más alto y, tras seis años pendiente hasta el más mínimo detalle de su monoplaza, disfruta de un título inolvidable en uno de los campeonatos más emocionantes de las últimas décadas.
El ritmo frenético de un calendario cada vez más ajustado dará paso, tras el fin de la temporada, a un buen descanso en una Pola de Gordón que luce con orgullo a su campeón particular de la Fórmula 1.
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