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David Sánchez de Castro
Martes, 14 de enero 2025, 11:29
Lejos de ir resolviéndose, el Dakar 2025 se empeña en no presentar un claro ganador. Aunque en motos Sanders sigue al frente, en coches hay nuevo referente y todo apunta a la incertidumbre hasta el final, con opciones españolas aún presentes en las dos ruedas pero más complicadas que el lunes.
El día comenzó regular para Tosha Schareina. A la altura del kilómetro 20, el valenciano acabó en el suelo tras toparse con una piedra que hizo que perdiera el control sobre su Honda. Pese a lo violento de la caída, Schareina se levantó del suelo, se quitó el polvo y la arena y tras recomponer las gafas y darle dos puñetazos al manillar para que se recolocara siguió adelante. Algo magullado y dolorido por el revolcón, pero con poco más de seis minutos perdidos al final del día. No fue el inicio que esperaba, pero visto lo visto puede dar gracias de que no fuera nada más serio.
Aún así, a su llegada al vivac no ocultó su malestar. «Caí muy fuerte, sobre el kilómetro 20. No veía con visibilidad porque era a primera hora de la mañana, las 7:00, no veía con la luz del sol. Cogí una piedra y caí muy fuerte. La verdad es que no me he hecho nada, pero perdí mucho tiempo. Intenté fijar todo esto un poco y quitarme la visera porque la tenía rota. Luego ha venido Ricky (Brabec) y hemos rodado juntos todo el día. Hemos perdido mucho tiempo, pero es parte del juego. Después de una caída así, estar entero es muy bueno. Por supuesto me duele todo, pero estamos listos para descansar y reanudar este miércoles», se resignaba Schareina.
WARR♟️OR#Dakar2025 #DakarInSaudi
— DAKAR RALLY (@dakar) January 14, 2025
Rider ok. pic.twitter.com/zQxdl2PpyS
El del español fue uno de los múltiples incidentes que hubo en una etapa que ya se antojaba rapidísima. Los 357 kilómetros de especial pos pistas de tierra propiciaron que todos los pilotos pudieran ir a máxima velocidad, aunque ello multiplicara el riesgo de accidente como le ocurrió a Schareina entre otros. También tuvo sus ventajas: Luciano Benavides, que abría pista, no padeció tanto como podría haber pasado en otro tipo de terrenos, así que al final se acabó llevando la victoria parcial en Haradh. El argentino se impuso por casi dos minutos en meta respecto a Adrien van Beveren, que fue otro de los que partió desde el principio al frente del pelotón, por lo que gracias a las bonificaciones y las características de la jornada pudo sumar una nueva victoria de etapa.
Daniel Sanders no aflojó y ya se encuentra a solo tres días de conquistar su primer Touareg. El australiano entró a tres minutos de su compañero Benavides y sostiene el liderato sin mayores dificultades, e incluso con algo más de margen sobre Schareina, que minimizó daños pese a la caída. La diferencia entre ambos aumenta hasta los 14 minutos y 45 segundos a favor de Sanders, por lo que el español mantiene sus opciones pero con una jornada menos para poder atacar. A su favor juegan las características de la recta final del Dakar. El regreso a las dunas blandas perjudicará notablemente a los que abran pista y, en su caso, el mal martes que tuvo puede beneficiarle.
Si en motos se mantiene todo más o menos estable, la carrera en coches está sin decidir cuando restan poco menos de mil kilómetros cronometrados de competición. Yazeed Al-Rajhi se ha convirtió en el nuevo líder de la clasificación general, tras meterle casi 13 minutos a Henk Lategan, que por primera vez en este Dakar cede el primer puesto. El piloto saudí coronó una gran jornada en la que Nasser Al-Attiyah, por fin, se llevó la primera victoria de este año con lo que consuma su récord de convertirse en el primer piloto en ganar, al menos, una etapa en 18 ediciones consecutivas del raid más duro del mundo.
El catarí entró en meta con 3:12 de ventaja sobre Al-Rajhi, que empezó la jornada con Lategan en su punto de mira a solo 23 segundos. Perderse al principio del día y un inoportuno pinchazo en el Toyota del sudafricano le hizo perder un tiempo muy valioso al comienzo del día, que ya no pudo recuperar. «Ha sido un desastre», se desesperaba Lategan, de manera muy gráfica, a su llegada a la meta.
Al-Rajhi, una de las joyas del automovilismo saudí (y con muy buenos y altos contactos entre la familia real Saúd) partirá con cierta ventaja para las últimas cuatro jornadas, si bien sobre el papel debería ceder ante Lategan. Su estructura, Overdrive, es cliente de la oficial del Toyota Gazoo Racing, por lo que habrá que ver si las estrategias de despacho entran en juego o no. No obstante, todo apunta a que se decidirá sobre las dunas y en la corta especial se pueden quedar muchas opciones de cada uno de los dos. Por su parte, Ekstrom y Al-Attiyah se están disputando el tercer puesto del podio. Entre ambos solo hay medio minuto, con cierta ventaja sobre el papel para el catarí, que llega venido arriba al volante del Sandrider de Dacia frente al Ford Raptor del sueco.
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