david sánchez de castro
Madrid
Miércoles, 15 de enero 2020, 19:49
Como una vieja pesadilla recurrente, el 'trata de arrancarlo' persigue a Carlos Sainz allá donde va. Por eso, hasta que no cruce la meta de Al Qiddiyah del viernes, el bicampeón del mundo de rallies no da nada por conseguido.
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«Prudencia, porque queda todavía ... mucha carrera y ya vemos que cada día cambia de un lado para otro», advertía en el campamento después de ganar su cuarta etapa del Dakar. Aunque ha salido más líder que antes, ha estado a punto de quedarse en tierra.
«Ha sido una etapa buena para mí, pero complicada con un poco de tormenta de arena. La visibilidad no era muy buena, pero conseguimos ir más o menos a buen ritmo, excepto un sitio en el que tuvimos una caída de 6 metros bastante de pico y dañamos un poco el coche. Luego había un 'waypoint' un poco complicado», relató, en referencia al final de la jornada (antes de la neutralización) cuando la estela de su compañero Peterhansel le ayudó a retomar el camino.
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