Raúl Fernández cumple pero Gardner no falla

Con esto demostró que desde mitad de temporada ha sido el más fuerte de la categoría, algo que evidencian los ocho triunfos sumados en el actual curso, uno más que los que había logrado Marc Márquez en 2011 en su primer año en Moto2. Di Giannantonio, que como Fernández saltará en 2022 a MotoGP, terminó segundo, con el otro Fernández tercero.

Y mientras el ganador cumplía con la primera premisa, Remy Gardner lo hacía con la segunda: sumar al menos tres puntos, esto es, finalizar decimotercero o mejor. Aunque el australiano lo hizo con un sufrimiento que no es nuevo, en una tesitura, la de cerrar un título con las matemáticas relativamente sencillas, que suele llevar a un alto nivel de tensión.

Gardner sufrió durante unas vueltas el acoso de tres pilotos que rodaban tras él cuando era undécimo, aunque al final pudo colocarse décimo y cerrar una temporada en la que ha mostrado una versión muy diferente a la del piloto impulsivo que solía terminar por los suelos. Con esto consigue otro Mundial para su familia que se suma al logrado por su padre Wayne, campeón de 500cc en 1987, en la segunda pareja padre-hijo que logra esto después de Kenny Roberts y Kenny Roberts Jr., los dos campeones del medio litro.