Fabio Quartararo, al volante de su Yamaha. Noushad Thekkayil (Efe)

Quartararo renueva con Yamaha hasta 2026 y calma el mercado de MotoGP

El piloto francés, campeón del mundo en 2021, anuncia su continuidad dos temporadas más con la firma japonesa

Jesús Gutiérrez

Madrid

Viernes, 5 de abril 2024, 13:48

Fabio Quartararo era una de las piezas más codiciadas del actual mercado de MotoGP para el próximo bienio 2025-26. El francés, uno de los mayores talentos del motociclismo actual a sus 24 años, se había mostrado hastiado por la inferioridad de su Yamaha ... frente a las fábricas europeas (Ducati, KTM y Aprilia) y por la ausencia de evoluciones en el proyecto de la firma japonesa, sumida en su peor crisis de resultados que se recuerda. En ocasiones, daba a entender que estaba abierto a explorar un nuevo camino fuera de su actual equipo y algunos de los correveidiles del paddock daban por hecho su salida de Yamaha en dirección a Aprilia y hasta Ducati, aunque esta segunda opción se veía mucho más complicada. Sin embargo, y contra todo pronóstico, el genio galo ha decidido seguir confiando en la marca con la que ha hecho toda su carrera en MotoGP.

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Quizás los más sorprendente no sea tanto su continuidad como el momento de anunciar su renovación, este viernes y cuando solo se han disputado dos grandes premios en los que Quartararo finalizó undécimo y séptimo, respectivamente, a un mundo de la victoria. Las prometidas mejoras de Yamaha no acaban de llegar, pero al menos, y así lo ha percibido el francés, la línea es positiva y los cambios internos en la estructura de Japón parecen haberle convencido. «El invierno pasado Yamaha me demostró que tiene un nuevo enfoque y una nueva mentalidad agresiva. Tengo mucha confianza: ¡volveremos a estar juntos delante!». Unas palabras de Quartararo que recogía el comunicado de Yamaha y que demostraban su convicción en que reflote un proyecto que actualmente está a la deriva.

La renovación por dos temporadas más de Quartararo calma un mercado que, entre otros, estaba muy pendiente de su decisión. Y es que un posible cambio de aires del francés habría generado un movimiento en cadena en el juego de sillas para las dos próximas temporadas, cuando casi toda la parrilla todavía no tiene aclarado su futuro. De hecho, con Quartararo, son solo seis pilotos los que ya saben dónde correrán el próximo año: Luca Marini y Johann Zarco, que la temporada pasada firmaron con Honda hasta 2025; Brad Binder, que tenía firmado un contrato de larga duración con KTM hasta 2026; Fermín Aldeguer, que subirá el próximo año a MotoGP con Ducati; y el actual campeón Pecco Bagnaia, el primero en anunciar su renovación por dos años con Ducati.

De la gloria a la decadencia

Cuando Quartararo subió a MotoGP en 2019 con el equipo satélite del Petronas Yamaha, la marca japonesa era una de las motos más pretendidas. El de Niza cayó de pie en la categoría reina, donde destacó desde su primera temporada protagonizando varios duelos de última vuelta con el entonces amo y señor del motociclismo, Marc Márquez, que le pusieron en el foco inmediatamente. Un año después sumó sus primeras victorias y en 2021 dio el salto al equipo oficial de Yamaha para sustituir al mayor icono en la historia de la marca, Valentino Rossi. No se le hizo grande el reto y ese mismo año ganó el título, el primero para el motociclismo francés en MotoGP y lo que parecía el inicio de una nueva dinastía.

Sin embargo, la decadencia de Yamaha comenzó la siguiente temporada. A pesar de un inicio fulgurante del francés, que en el ecuador del campeonato era líder destacado, desaprovechó una ventaja de 91 puntos sobre Bagnaia, que a la postre sería campeón del mundo. Había habido errores de bulto del francés, pero, sobre todo, de Yamaha, incapaz de plantar cara mecánicamente ante el salto de calidad dado por Ducati. Una situación que llegó al extremo en 2023, cuando Quartararo apenas pudo sumar tres podios (todas terceras posiciones) para concluir en la clasificación general en una pobre décima posición.

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Durante todo el año, el galo se hartó de pedir mejoras. El mismo discurso con el que había arrancado esta pretemporada, cuando la desventaja entre Yamaha y los europeos, lejos de recortarse, parecía que se había ampliado. Sin embargo, Quartararo ha visto algo en el nuevo rumbo que ha tomado la marca en MotoGP y no tiene prisa por volver a la senda de los éxitos por la vía más rápida. «Todavía tenemos un largo camino por delante para volver a luchar por la victoria. Trabajaré duro y estoy seguro de que, juntos, conseguiremos nuestro sueño una vez más», indicó. El sueño de volver a reinar en MotoGP para el que es el último campeón de Yamaha.

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