El primer campeón italiano de la historia de Moto3

El motociclismo trasalpino no ganaba en la clase pequeña desde 2004. Dalla Porta es el hombre fuerte de la categoría

BORJA GONZÁLEZ

Circuito de Phillip Island

Domingo, 27 de octubre 2019, 09:07

Italia lleva unos cuantos años buscando reverdecer laureles en la categoría pequeña del Mundial de Motociclismo. En los 80, Pier Paolo Bianchi, Fausto Gresini y Luca Cadalora triunfaron en 125cc, en unos años en los que se encontraron con el último Ángel Nieto y con ... Jorge Martínez Aspar o Alex Crivillé. Los 90 comenzaron con dos títulos consecutivos de Loris Capirossi, y vieron otro de Alessandro Gramigni y el de Valentino Rossi (1997).

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El cambio de siglo y de milenio se inauguró con un entorchado para Roberto Locatelli, y otro para Manuel Poggiali, este piloto sanmarinense, una procedencia fácilmente adoptada por los italianos; en 2004, Andrea Dovizioso sucedió en el palmarés del octavo de litro a Dani Pedrosa y, a partir de ahí, la nada… 14 años de sequía y varios intentos de reflotar la cantera 'azzurra', sobre todo en los últimos años, que no terminaron de dar sus frutos: a imagen y semejanza de lo que ocurría con el boyante motociclismo español, la federación italiana hizo un intento; después, Rossi tomó las riendas con su academia, la VR46, todo esto mientras cambiaba la cilindrada y 125cc daba paso a Moto3 en 2012.

El domingo 27 de octubre de 2019, por fin, Italia volvió a reinar, por primera vez en la historia en las motos de menor cilindrada. Y lo hizo con Lorenzo Dalla Porta, uno de los muchos que eligió el camino del Mundial Junior, el anteriormente llamado Campeonato de España de Velocidad (CEV), competición de la que fue ganador en 2016 enrolado en la escudería española Laglisse (batió en la última prueba de Valencia a su ahora compañero Marcos Ramírez), con la que había debutado en el Mundial de Moto3 en 2015 como sustituto de Isaac Viñales y como compañero de María Herrera.

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Dalla Porta comenzó su carrera mundialista a trompicones; nueve carreras en ese 2015, y otras nueve en 2016, cubriendo la baja por lesión de Phillip Oettl primero en Mugello, después en Assen de Jorge Navarro con el Estrella Galicia 0,0 y como compañero (temporal) de Arón Canet, precisamente su máximo rival en este Mundial, terminando ese mismo 2016 supliendo al despedido del Sky VR46 Romano Fenati.

En 2017, por fin, encontró su plaza fija, con una Mahindra de Jorge Martínez Aspar, una moto, la india, que tiene la peculiaridad de haber generado campeones por las dificultades a las que ha ido a sometiendo a sus pilotos para ser competitivos: Pecco Bagnaia, Jorge Martín, o los subcampeones Miguel Oliveira o Marco Bezzecchi. Desde este año, Lorenzo Dalla Porta, que vivió su momento más emotivo en Tailandia, carrera en la que finalizó segundo. «El jueves perdí a mi abuela, a la que quería de manera increíble. No sé explicar lo difícil que fue ese fin de semana, supe rehacerme gracias a mi padre, mi madre, mi hermana y también a mi equipo. Me habría gustado ganar para dedicárselo a mi abuela, pero me redimí con la victoria en Japón. Me lo había prometido porque la abuela se emocionaba cuando hablaba de mí. Le gustaba todo lo que hacía», explica emocionado sobre Nicoletta, que falleció víctima de un cáncer, y de la que asegura que viene la pasión por el motor en su casa. Su padre, Massimiliano (Max), que le acompaña siempre a las carreras y que intenta no traspasarle sus nervios, le compró su primera moto, una Beta de cross, a los cinco años; aunque Lorenzo habla siempre de su nonna, por la que lleva el número 48, el año de su nacimiento, también el número de grandes premios que tardó en sumar su primera victoria, la de Misano de 2018, ya enrolado en el Leopard Racing, un equipo que le ha dado una moto con un motor increíble que le ha dado ese extra necesario en los momentos complicados vividos en este curso en el que ha terminado mostrando una superioridad inesperada a mitad de una temporada al que le faltó un dominador claro en sus primeros dos tercios.

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«El año que viene tendré que cambiar de número porque el 48 está utilizado (NdR: en realidad se retiró tras el fallecimiento de Shoya Tomizawa en 2010) y voy a llevar el 19 en homenaje a ella también, por el año en el que ha fallecido, porque siempre quiero llevarla conmigo. Así habré utilizado el número de su nacimiento y el de su muerte». Y es que ya antes de conseguir este Mundial Dalla Porta había firmado su paso a Moto2, como compañero de Enea Bastianini en el italiano Italtrans. «El año que viene subiré a Moto2, quiero hacerlo bien, intentar subir al podio en mi primer año. Como tengo dos años de contrato, puedo tomármelo con calma. Tengo mucha curiosidad por subirme a la Moto2, porque no sé lo que esperarme. Quiero hacerlo bien y disfrutar. Pero ahora toca celebrar este título». El primero de Italia en Moto3.

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