El francés Fabio Quartararo (Yamaha) celebra su título Mundial en MotoGP. AFP
Balance 2021

MotoGP rompió una racha de nueve años con campeones españoles

Quartararo dominó con Yamaha un curso en el que Ducati demostró su poderío como marca y en el que Marc Márquez vivió en una montaña rusa que comenzó con un esperado regreso y acabó con otra preocupante lesión

borja gonzález

Viernes, 24 de diciembre 2021, 00:07

Desde que se lesionase en el inicio de la atípica temporada 2020, MotoGP ha vivido marcada por la ausencia primero y la recuperación después de Marc Márquez. El para casi todos considerado como mejor piloto de la parrilla ha sido uno de los protagonistas de ... 2021, aunque esta vez no por su favoritismo o por su candidatura al título. Ese juego ha sido cosa de otros, lo que deja la sensación de que estamos ante una serie de pilotos y motos que se están preparando para cuando el de Cervera esté al cien por cien y pueda presentar batalla para recuperar una corona que ha ganado en seis ocasiones desde 2013.

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Márquez regresó a la competición en Portugal, en la tercera cita del calendario, mostró sus carencias físicas en una buena parte del año, sumadas a las de su Honda, pese a lo cual fue capaz de brillar en varios momentos: ganando en Sachsenring 581 días después de su anterior triunfo, volviendo a hacerlo en Austin y en la segunda prueba disputada en Misano, y peleando hasta la línea de meta la victoria a Pecco Bagnaia en Alcañiz. Una progresión frenada en seco a falta de dos grandes premios después de caerse entrenando en casa, un accidente que reactivó una vieja lesión ocular cuyo plazo de convalecencia y recuperación aún no se ha definido.

La temporada se presentaba como la de la defensa del campeón de 2020, Joan Mir, al que se le vio impotente desde el comienzo, quejoso de la poca evolución de su Suzuki y de la falta de una herramienta para pelear contra la Yamaha de Fabio Quartararo y el batallón de Ducati. El francés se convirtió en el único capaz de ser constante y muy competitivo con la moto japonesa, pese a que fue Maverick Viñales el ganador de la primera carrera de Catar, aunque el año del español pasó en medio curso de prometedor a desastre total, con polémica incluida que le llevó a ser despedido de su marca y terminar 2021 en Aprilia.

Quartararo, que en 2019 terminó luchando de tú a tú con Márquez cuando no era más que un novato, mostró la consistencia que le había faltado en 2020, sacando petróleo en los días más grises, y dominando cuando tenía las cosas claras. El saldo final, cinco victorias, dos segundos puestos, tres terceros, cinco poles y el primer título en la historia de la clase reina para Francia, logrado con dos grandes premios de antelación. Él y, si Suzuki confirma la mejoría que se ha visto en las pruebas de pretemporada, Mir, deberán ser dos de los que partan en 2022 en el pelotón de favoritos. Estos dos y Bagnaia, abanderado del potente proyecto de Ducati, que ha conseguido configurar una montura en la que se unen un buen manejo en las curvas y una velocidad punta insuperable, lo que se ha constatado en la pista: 24 podios con cinco de sus seis pilotos –Bagnaia, Jack Miller, Johann Zarco, Jorge Martín y Enea Bastianini, estos dos últimos novatos–, siete victorias –con Bagnaia, Miller y Martín–, campeones de constructores y de equipos, y cierre de año en Valencia con un triplete en el podio, el primero de su historia.

Rossi, el adiós de un mito

En Valencia el protagonismo quedó reservado para el icono Valentino Rossi, que desde que en la primera semana de agosto anunciase que a sus 42 años iba a dar por finalizada su espectacular carrera deportiva –desde el punto de vista de los resultados y desde el de su significación como figura para el moderno motociclismo–, fue viviendo despedida tras despedida en los circuitos que fue visitando hasta el cierre de fiesta en el Ricardo Tormo. Cumplió su deseo de poder decir adiós con aficionados en las gradas, por encima de todo en Misano, su casa, y para concluir sus 26 años en el Mundial con un lleno y el homenaje que le ofrecieron los aficionados, los miembros del paddock, su círculo más cercano y sus compañeros de profesión. Lo hizo además cruzando la meta en un digno décimo puesto, en un momento en el que MotoGP ha alcanzado su máximo en términos de competitividad tanto en motos como en pilotos. Esa línea que se espera que continúe, ya sin Rossi, en 2022, con las mejoras que las fábricas sean capaces de plasmar en el asfalto y con un grupo de pilotos que esperan medir su potencial al del que ha sido el dominador de esta época, Marc Márquez. Su regreso al cien por cien es el más esperado.

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Pedro Acosta, el nacimiento de una estrella que se coronó en su estreno

La fábrica de talento español no para. Si bien en 2021 no ha habido título de la clase reina, a punto estuvo Raúl Fernández de hacerse con el de Moto2 en su primer año en la categoría, algo que sí logró Pedro Acosta, un murciano que debutó aún con 16 años y que, de manera totalmente inesperada, terminó convirtiéndose en el campeón del mundo español más joven de la historia.

No lo hizo además de cualquier manera, porque su irrupción fue también histórica. Comenzó logrando el segundo puesto en su primera carrera en el Mundial, en Catar, a 42 milésimas del ganador; una semana después, en el mismo escenario, y saliendo desde el 'pit lane', ofreció una exhibición sin precedentes con la que logró la primera de sus seis victorias, a las que seguirían las de Portugal y Jerez, tercera y cuarta citas del calendario, respectivamente.

Todo con un desparpajo y una manera de pilotar que llamó la atención por su capacidad innata de brillar en las contiendas desatadas en las que suelen convertirse las carreras de Moto3.

Acosta pasó también por sus momentos complicados, sobre todo con dos duras caídas en Assen y Austin, consecuencia ambas del estilo de pilotaje peligroso que ha presidido este año la cilindrada pequeña; y con la presión a la que terminó sometiéndole Dennis Foggia. El italiano estuvo brillante en la segunda mitad del campeonato y no dejó a Acosta cerrar el Mundial hasta la penúltima carrera, disputada en Portugal. Allí, el de Mazarrón cerró un año mágico en el que se aseguró su salto a Moto2 en 2022 y, si nada se tuerce o cambia, el paso a MotoGP con KTM en 2024, donde los líderes de la categoría reina ya esperan a la nueva estrella.

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