Márquez sigue golpeando en Austria

«Ha sido muy rápido, y con la temperatura que teníamos hoy por la tarde no era fácil. Ha mostrado algo especial, como muchas otras veces, aunque por suerte en términos de ritmo estamos mucho más cerca», apuntó Andrea Dovizioso, el único que terminado el sábado podría tener alguna opción de discutirle la victoria al piloto español, y que consiguió meterse en la primera línea de la parrilla de salida, su primer objetivo para intentar mantener el dominio de Ducati en la pista austriaca.

«Tenemos un gran ritmo, tenemos la posibilidad de luchar por la victoria; seguramente él intentará escaparse porque así tiene más opciones de ganar», adelantó el italiano, que el pasado domingo en Brno sufrió la estrategia de su rival, que no le permitió tomar la cabeza de la prueba para ser él quien marcase el ritmo, la manera en la que Dovizioso consigue sacarle todo el jugo a ese punto fuerte que tiene a la hora de entender cómo gestionar los neumáticos en las largas distancias, algo que con las altas temperaturas que se están viviendo en estos días en Spielberg será crucial para las 28 vueltas previstas para la prueba de MotoGP.

«Pienso que podríamos tener un final de carrera como el que hemos vivido en los últimos años, no me importaría llegar a la última vuelta de carrera ajustados», explicó Dovizioso en referencia a las carreras de los últimos años, sobre todo a la de 2017, en la que el italiano se impuso a Márquez por 176 milésimas.

«Yo creo que estoy bastante bien, para estar con Dovi; si todo sale bien, podemos estar», declaró por su parte Maverick Viñales, cuarto en parrilla, pero que evidenció una buena mejoría de Yamaha en un circuito tradicionalmente complicado para la moto japonesa. «Tengo que salir detrás de él y engancharme. Al final con rebufo puedo bajar algunas décimas más. Será difícil, por supuesto, pero lo intentaremos», agregó el español. Y es que su nombre y el de Valentino Rossi fueron los dos (también citó a Jack Miller) que tomó en cuenta Márquez en su análisis previo de cara al domingo. Esta vez Viñales sale desde una buena posición, se ha mostrado muy consistente a lo largo del fin de semana, y viene de unos grandes premios sólidos, o por lo menos mucho mejores que los primeros del año, aunque en Brno su resultado no mostrase su potencial.

«Desde el primer entrenamiento hemos trabajado como en todas las carreras y en todas las carreras el objetivo es intentar ganar o al menos poner las cosas difíciles a los rivales y eso es lo que hemos hecho desde los primeros libres; y sí que a priori, si ves la distancia en la parrilla, parece muy grande, pero a nivel de ritmo Dovizioso no está tan lejos, ya lo ha dicho él y ahí puede haber una batalla intensa», concedió Márquez, un planteamiento sobre el que ya incidió el viernes, pero que es difícil de aceptar viendo su rendimiento en los entrenamientos libres.

Mientras que en MotoGP el líder impuso su poderío, en Moto2 y Moto3 las cosas no salieron tan cuadradas en los oficiales para Alex Márquez y Arón Canet. En la clase intermedia el líder de la general sólo pudo terminar en el puesto once, dos líneas por detrás del segundo de la clasificación, Thomas Luthi, en un día sorprendente, con la primera 'pole' para el japonés Nagashima (enrolado en la escudería española SAG). En Moto3 el mejor tiempo fue para Romano Fenati, desaparecido desde que regresó al Mundial, y a la clase pequeña, y que se dio una alegría que le duró poco, porque a última hora de la tarde Dirección de Carrera sancionó a 16 pilotos y terminó concediendo el mejor tiempo a McPhee. El mejor español en la parrilla fue Jaume Masiá, séptimo (inicialmente segundo), mientras que Arón Canet comenzará la defensa de su liderato desde el puesto 15, con su máximo rival por el título Dalla Porta en el noveno.