borja gonzalez
Misano
Domingo, 20 de septiembre 2020, 10:53
La carrera de MotoGP del Gran Premio de Emilia Romaña terminó con el primer triunfo del año para los pilotos españoles, tras una inusual sequía. Maverick Viñales se convirtió en el sexto ganador en siete carreras.
Publicidad
Llegaba a la segunda carrera en el circuito de ... Misano con la frustración de unos últimos grandes premios muy grises, sobre todo el de la semana anterior, en unos días de dominio de Yamaha, en el que consiguió la 'pole' y en el que vio cómo un piloto con su misma moto, Franco Morbidelli, el cuarto en el escalafón de Yamaha, se hacía con la victoria.
Esa actuación, en cierta manera, dejó al de Roses señalado. «¿Ayer hice el récord de la pista y hoy no sé ir en moto? Paso de romper el récord a ser un cono para los demás pilotos… Es difícil, porque en los entrenamientos estoy siempre entre los tres primeros y en la carrera me barren porque la moto no va», decía aquel domingo. Siete días después, Viñales consiguió espantar parte de sus fantasmas. Porque esta vez sí que hizo buena la 'pole'.
Los condicionales no sirven en el deporte, pero aunque Pecco Bagnaia, el más fuerte en la carrera de Emilia Romaña hasta que sufrió una inesperada caída, no hubiese fallado, el resultado del español habría sido positivo. Ese incidente lo hizo aún mejor, una victoria que con los resultados del resto de pilotos, en esa línea imprevisible de 2020, le permitió meterse de nuevo de lleno en la lucha por el Mundial.
«La verdad es que me sabe bien la victoria», reconocía tras un éxito que celebró con más intensidad de lo habitual. «Algunas personas dudaban mucho de mí y pensaban que era un problema de mentalidad, pero mi mentalidad es siempre la misma y tengo la mente puesta en ganar y no había encontrado suficiente confianza como para empujar desde el principio con la moto».
Publicidad
Viñales decidió trabajar mucho más en estos días en condiciones de carrera, y esta vez el esfuerzo dio sus frutos. «Pecco hoy era muy rápido, pero yo estaba ahí, estaba llegando y pude mantener una buena temperatura del neumático y un ritmo constante de carrera. Ahora me encuentro muy motivado porque creo muchísimo en mí mismo y sé perfectamente lo que soy capaz de conseguir con esta moto y por eso estoy satisfecho de poder mostrar mi potencial real y de seguir luchando por la victoria», insistía Maverick.
Este resultado le permite escalar al tercer puesto de la general, a un punto de Andrea Dovizioso, de nuevo en una pobre posición (octavo, después de haber sido séptimo una semana antes), y empatado con el segundo, Fabio Quartararo, uno de los tres protagonistas de la parte de la prueba en la que se decidió el resto del podio.
Publicidad
Esa lucha fue, primero, la de la tercera plaza, entre el francés y la KTM de Pol Espargaró. El piloto español mantuvo a raya al de Yamaha, hasta que su neumático trasero (se había decantado por la opción más blanda) le hizo bajar el ritmo. A partir de ahí Espargaró desesperó a Quartararo, que no conseguía rebasarle y que forzaba tanto en diversos puntos del circuito, que terminó pagándolo. En su caso, en forma de trazadas por la zona verde exterior a la pista, algo por lo que terminaría siendo sancionado y que le provocaría la pérdida del tercer puesto a favor del de KTM.
«Sabía que tenía detrás a Fabio y que el punto débil de las Yamaha es que si aniquilas su paso por curva, aniquilas a la moto. Estaba intentando apurar la frenada, levantar la moto y valerme de mi potencia para mantenerle detrás», explicaba sobre una defensa numantina de su posición que ayudó a la llegada desde atrás de Joan Mir, el piloto más sólido de las últimas cuatro carreras, y que fue el que terminó llevándose el gato al agua en la pelea por el segundo puesto en la que se convirtió la de este grupo tras la caída de Bagnaia.
Publicidad
«Siento que estoy luchando por el campeonato, pero no me fijo mucho en la clasificación», reconocía el mallorquín, que ahora es cuarto a solo cuatro puntos de Dovizioso y que ya es considerado como uno de los favoritos en este Mundial cuyo líder solamente ha sumado a estas alturas 84 puntos y que mantiene a los diez primeros separados por menos de una carrera.
«Somos muy constantes y mi impresión es que la Suzuki es una moto que tiene un balance muy bueno y que funciona muy bien en todos los circuitos. En las últimas carreras hemos tenido tres podios, aunque solo en dos circuitos diferentes. A ver si en Barcelona también podemos hacer otro podio o incluso podemos luchar por la victoria», insistía Mir. Esta oportunidad, la de ser el séptimo ganador distinto en 2020, le llegará a Mir este próximo domingo, en una prueba que cierra el segundo de los cuatro tripletes con los que cuenta esta peculiar temporada.
Publicidad
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.