Nagashima homenajea a Tomizawa

«Hay dos lecturas: contento por un lado, porque tanto el equipo como yo hemos dado el máximo en un fin de semana raro, que hemos podido enmendar; y contrariado por el otro, porque he visto que los problemas del año pasado en parte siguen», explicaba al final de la carrera, lamentándose además por el rendimiento del neumático delantero, un hándicap para muchos pilotos. Para Jorge Martín, que terminó por orgullo, aunque fuera de los puntos, después de pelear en cabeza, o para Luca Marini, líder en buena parte de la prueba, pero que a seis giros para el final empezó a irse alarmantemente para atrás y salir también sin puntos y con una aparatosa caída en un encontronazo final con Dixon.

La nota positiva la dejó el recién llegado Arón Canet, que pese al estrés del debut en una carrera muy vistosa y con mucha pelea, fue capaz de estrenarse con un interesante octavo puesto a menos de cinco segundos del ganador y a poco más de tres del podio. Una pelea, esa, que, tras el 'bajonazo' de Martín y los problemas de Navarro, quedó en manos de tres pilotos, dos de ellos ausentes de las quinielas por el título. El que terminó tercero, Enea Bastianini, que ya se lució en algunos momentos en su estreno en Moto2 el pasado curso; y el ganador, Tetsuta Nagashima, que tenía dos quintos en 2019 como mejores resultados en su palmarés y que el domingo, de menos a más, irrumpió en el grupo delantero primero para escaparse al final, con una emotiva entrada en meta homenajeando al malogrado Shoya Tomizawa, primer ganador de la historia de Moto2 en 2010 en este mismo escenario. El segundo peldaño del cajón sí que fue para un potencial luchador por el campeonato, Lorenzo Baldassarri, primer líder del último Mundial (y ganador de tres de las primeras carreras de 2019), y que abandonó hace unos meses el entorno de Valentino Rossi para cambiar su tipo de entrenamiento, ahora ayudado por otro de los top de MotoGP, Andrea Dovizioso.