Bagnaia se estrena resistiendo al pundonor de Márquez

El seis veces campeón del mundo en MotoGP cruzaba la meta de la carrera de la máxima categoría del Gran Premio de Aragón a algo más de seis décimas del ganador, Pecco Bagnaia, aunque la diferencia fue más fruto del mal resultado del último intento desesperado del español por intentar ganarla, porque el giro final lo había comenzado a 59 milésimas de la Ducati, en una vuelta en la que los dos se pasaron seis veces.

Ya el sábado, el piloto del Repsol Honda había advertido que, a pesar de su buen ritmo, quizás el mejor, tenía dudas sobre si su condición física le iba a permitir aguantar hasta el final. Y lo cierto es que aguantó, aunque evidenciando una cierta rigidez en el modo de pilotar que demuestra que aún no está con el tono físico necesario para sacar ese cien por cien de su pilotaje que intentó utilizar para vencer como lo había hecho en Sachsenring a finales de junio, en otro de sus trazados predilectos. En cualquier caso, esta Honda y este Márquez no fueron suficientes para parar al binomio Bagnaia-Ducati, una moto que no había ganado en Alcañiz desde 2010, con Casey Stoner, en el estreno de la cita aragonesa.

«Lo primero que he pensado es 'por fin se ha acabado'. Se me ha hecho muy larga la carrera porque siempre tenía a Márquez pegado y hacía mucho calor. Creo que todas las veces que he perdido la oportunidad de ganar ha hecho que hoy la victoria haya sabido más dulce», valoró por su parte el ganador. El triunfo de Bagnaia tiene, además, un valor doble si se abre el foco y se mira al campeonato. Porque su triunfo y el tercer puesto de Joan Mir coincidieron con la peor carrera de Fabio Quartararo en 2021, en el circuito que desde el jueves había descrito como el que peor se le da del calendario.

«No ha sido un desastre, es algo que puede pasar. Hablando con mi mánager en Silverstone me dijo: 'mira, puede pasar que puedas perder algunos puntos', porque antes de Alemania tenía unos diez puntos de ventaja, y al llegar aquí los había incrementado en unos 50. Así que es algo que puede pasar, que pierdas, y es algo de lo que tenemos que ser conscientes. Lo importante es entender qué ha pasado hoy», explicó el piloto francés. El líder del Mundial perdió doce de los 65 puntos de ventaja con los que llegó al Motorland y ahora tiene como segundo de la general al ganador de la carrera a 53 puntos, mientras que Mir es tercero, pero ocho puntos más cerca con cinco grandes premios por disputar.

«Estoy satisfecho con el trabajo, pero a mí me gustaría luchar por las victorias. Creo que mi ritmo era igual o un poco mejor, que el de Marc y el de Pecco, pero ya he llegado tarde a esa posición para poder alcanzarles, no llegaba. Es una lástima. Espero que podamos mejorar el tema de la aceleración, si no será difícil luchar por las victorias este año», explicaba el mallorquín, que pudo escalar poco a poco desde el séptimo puesto de la parrilla superando a pilotos como Jack Miller, que transitó en el podio en los primeros compases, y Aleix Espargaró, cuarto en meta y que de nuevo completó un fantástico gran premio.

Aprilia centró la atención desde el jueves con el debut de Maverick Viñales, que completó su primera etapa de aprendizaje sin excesivo brillo, aunque el nivel de motos y pilotos ponen el listón de la exigencia muy alto. Misano, la siguiente etapa del Mundial, llegará el próximo fin de semana y será un mejor termómetro acerca de su adaptación una vez que es el circuito donde se estrenó hace pocas fechas sobre el prototipo italiano. La primera de las cinco últimas citas y un punto crucial para entender si Quartararo permite que haya Mundial o si el francés va a volver por sus fueros para corroborar su dominio sobre la categoría.