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Jesús Gutiérrez
Sábado, 25 de mayo 2024, 19:36
Desde que el jueves anunció su retirada, Aleix Espargaró estaba llamado a ser el hombre del Gran Premio de Cataluña, pero lo está consiguiendo por sus resultados en la pista. Ya había liderado el viernes de entrenamientos libres y este sábado certificó esa condición con una pole matutina de récord y, sobre todo, con un triunfo vespertino al sprint tan épico como inesperado.
Inesperado porque llegó tras una caída de Pecco Bagnaia a falta de nueve curvas, cuando el italiano rodaba primero y acariciaba la victoria. Pero por detrás, Aleix Espargaró veía cosas: «Su caída me pilló por sorpresa porque era la última vuelta, pero yo estaba yendo muy rápido con los neumáticos destrozados y solo le recortaba una décima. Veía que en las últimas vueltas no estaba cómodo, cometía errores y se iba largo en curvas. Era consciente de que no me iba a dar para adelantarle, pero si me quedaba muy cerca podía forzar su error y al final se ha caído».
El italiano no era el primero que se iba al suelo liderando la carrera. Antes lo hizo un sorprendente Raúl Fernández, que desde su tercera posición de la parrilla se puso al frente de una carrera de MotoGP por primera vez y lideró dos vueltas. Sin embargo, la aventura del piloto madrileño solo duró hasta la quinta vuelta, cuando se cayó en una de las frenadas más fuertes del circuito de Montmeló. «He cometido un error garrafal, porque he salida mal de la curva y he caído por tonto. Solo puedo pedir perdón al equipo», se fustigaba el piloto de San Martín de la Vega, que este domingo tendrá otra buena oportunidad con la Aprilia.
Acosta heredó fugazmente el liderato dejado por Raúl Fernández, pero apenas le duró una vuelta, lo que tardó en aparecer un desbocado Brad Binder, que se iba al suelo en el ecuador de la prueba. A partir de ahí tomó el relevo Pecco Bagnaia, en un giro de guion que parecía definitivo, hasta que llegó el flagrante error del bicampeón italiano.
Aleix Espargaró probablemente vivió su mejor día en un circuito, a falta de lo que pueda suceder en la carrera de este domingo. La afición se volcó con el catalán y en el escenario donde se montó el podio se llevó una foto impagable cuando Pedro Acosta y Marc Márquez le alzaron a hombros. «Para mí ha sido increíble. Preguntad a Marc lo que me ha dicho cuando estaba en el aire. Yo le he respondido que tenía razón y que para mí era todo un orgullo», dejaba el cebo Espargaró, que recogía después Márquez ante los medios: «Le he dicho, 'qué buen podio te llevas'. ¿Por qué? Porque él ha ganado al pasado y al futuro. Soy realista y en el deporte todo el mundo tiene su momento. Yo intentaré alargar el mío lo máximo posible, pero el futuro de MotoGP es un chaval que tiene 20 años, no un hombre de 31».
En el sprint de Cataluña se impuso la experiencia del ocho veces campeón del mundo, al que le tocó hacer magia una vez más por no calificar bien. Condenado a pasar por la Q1 tras un viernes discreto, se enredó en la siempre complicada sesión en la que solo los dos mejores pasan a la Q2 definitiva. Y Márquez no fue uno de ellos.
Partía 14º en parrilla, remontó cinco posiciones en la arrancada y al paso por la primera vuelta ya estaba enganchado con los mejores, en la octava posición. A partir de ahí fue ganando posiciones con adelantamientos a las Ducati de Enea Bastianini y Jorge Martín, y con las caídas de la cabeza. Y a falta de cinco vueltas tenía delante a Pedro Acosta, en lo que tenía que ser la batalla por el último escalón del cajón. El murciano no se lo iba a poner fácil y durante cuatro giros le mantuvo a raya, pero no pudo evitar el hachazo final en la frenada de la curva 1, que le apeaba del podio hasta que llegó la caída de Bagnaia por delante.
Márquez celebraba su remontada para lograr su cuarto segundo puesto seguido, mientras que Acosta afilaba el colmillo para el futuro, tras perder la batalla con el de Cervera en la última vuelta. «Ni me gusta a mí, ni a nadie al que le guste ganar», comentaba el Tiburón de Mazarrón cariacontecido.
El póker español lo cerraba el líder Jorge Martín, que tras un sábado que se torció en la Q2 por culpa de una caída (partía séptimo en parrilla) dio por bueno un cuarto puesto con el que mantiene el colchón al frente de la clasificación, con 37 puntos de renta sobre Marc Márquez, que ya es segundo.
Antes del sprint de MotoGP se disputaron las calificaciones de las categorías pequeñas, donde los españoles Sergio García en Moto2 e Iván Ortolá en Moto3 se hicieron con las poles.
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