Pecco Bagnaia levanta el trofeo de vencedor del Gran Premio de Gran Bretaña sobre el podio de Silverstone. Reuters
GP de Gran Bretaña

Aleix Espargaró salva una difícil prueba en Silverstone

Bagnaia logró su segundo triunfo consecutivo, Quartararo terminó octavo y el español, noveno, sobrevivió a su estado físico

borja gonzález

Silverstone

Domingo, 7 de agosto 2022, 13:43

Aleix Espargaró llegaba a la carrera del GP de Gran Bretaña con muchas dudas. Y no por motivos técnicos, porque la Aprilia sigue yendo como un tiro, sino físicos. Veinte vueltas de máxima concentración, con mucho en juego, nada más y nada menos que las ... opciones de seguir soñando con ser campeón del mundo de MotoGP, y todo ello con los tobillos dañados.

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Fabio Quartararo, el líder del Mundial, también parecía tenerlo todo claro en la parte mecánica. De hecho, había ganado en 2021 con mucha solvencia. Su problema era otro: cumplir con una penalización de vuelta larga que arrastraba desde Assen, cuando por un error sacó de pista precisamente a Espargaró. Dos contratiempos que no ayudaron a ninguno de los dos. Terminaron la prueba jugándose el octavo puesto, que cayó del lado del francés. Poca recompensa para él y un buen saldo para el español, que era consciente antes de que se apagase el semáforo de que tenía ante sí un Everest.

«No he tenido dolor en los pies, cuando ayer pensaba que me habían explotado los dos tobillos. Por la noche no podía caminar, pero me he levantado bien, me he infiltrado antes de la carrera y no he tenido dolor», se consolaba Espargaró, que aún así se mantuvo siempre en el grupo de cabeza de una prueba rapidísima e igualadísima, en la que cruzó la meta a menos de cuatro segundos del vencedor.

«El problema es que iba muy rígido, me dolían las cervicales. Aunque no ha sido un problema el físico, no he dormido muy bien. Y luego hemos tenido problemas con el tren delantero. Tenía todo el rato las alarmas de presión de neumático y no era capaz de hacer girar la moto, porque tenía la presión muy alta. Ha sido un poco por mi culpa, porque no me he movido encima de la moto y no la he ayudado. La forzaba mucho y no he conducido fluido», explicaba el de Granollers.

A Quartararo la penalización le cambió el paso. También un error en la elección del neumático trasero. Tras hacer una buena salida, el de Yamaha se colocó a rueda de su compatriota Johann Zarco, que parecía que iba a poder aprovechar la pole, pero terminó cometiendo un error y yéndose al suelo. Aunque esto fue después de que Quartararo acometiese su sanción, que le hizo perder tres posiciones.

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«Nuestro problema no era la 'long lap', al final hemos perdido segundo y medio, que no estaba mal, es lo de estar detrás de varias motos en vez de solo detrás de una. Con esta situación mi neumático trasero se ha calentado mucho y hemos perdido rendimiento. Con el duro habría sido más fácil porque podríamos haberlo gestionado hasta el final de la carrera», señalaba el galo tras la prueba.

Viñales, satisfecho

La Yamaha se quedó encajonada y terminó siendo devorada por varios de sus rivales, frustrando las posibilidades del líder. El que sí aprovechó el domingo fue el que no se esperaba que ganase, Pecco Bagnaia, algo desdibujado en los entrenamientos, pero que salió bien y fue capaz de superar a otros protagonistas de la prueba, como Álex Rins, que llegó a intentar la escapada pero que al final sólo fue séptimo, Jack Miller, que cerró el podio, y Maverick Viñales, que tras estrenarse en un podio con Aprilia en Assen sigue reclamando su lugar en los puestos de cabeza de la categoría, donde parece haber llegado para quedarse.

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«Nos tenemos que dar por satisfechos porque hemos mostrado un buen potencial. Cada vez me encuentro mejor con la moto y noto que vamos creciendo, y esa es la línea a seguir. Estamos trabajando muy bien con Aprilia y ya son tres carreras consecutivas en las que hemos podido luchar por el podio. Ahí es donde tenemos que estar», declaraba satisfecho Viñales, que en la penúltima vuelta hizo un intento de adelantar a Bagnaia, aunque luego reconoció que había tenido que guardar esa bala para el último giro.

«Cuando empezó la carrera había aceptado que no iba a poder ganar, porque con mi máximo en comparación con lo que hacían los demás me daba para un top cuatro o top tres. Pero los demás no han sido capaces de hacer su ritmo y yo sí», confesaba Bagnaia, que usó para carrera los consejos que desde sus casas le dieron Valentino Rossi, su mentor, y Casey Stoner, campeón con Ducati. Este trabajo le permitió ganar por segundo gran premio consecutivo y ver al líder, Quartararo, a una distancia en puntos, 49, que parece más asumible a tenor de su estado de forma.

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