Brno calibra el MotoGP de 2020 ante la ausencia de Marc Márquez

«Probablemente, un exceso de estrés en esa zona hizo que esto sucediera», aclaraba poco antes Alberto Puig, máximo responsable del Repsol Honda. «Esto es lo que hay ahora. Marc bajó a Jerez siguiendo las indicaciones de los médicos y bajo su tutela. Los médicos en ningún momento pensaron que esta placa se podía romper. Así nos lo informaron y por eso Marc decidió bajar a Jerez y probar, y Honda le dio la moto. De lo contrario, ni él habría bajado ni Honda le hubiera dado una moto», agregó. Una reflexión con la que Puig señala a quienes en última instancia dieron el visto bueno a la participación del campeón en el Gran Premio de Andalucía.

Sin una versión clara de los hechos, ese momento 'apertura del ventanal' apunta a remate de una lesión que fue poco a poco empeorando, por ese sobre estrés sí apuntado por los médicos. «Lo que es evidente es que el piloto no esperaba que la placa pudiera romperse. Hasta los médicos se han sorprendido de esto. A mí, hablar a toro pasado me parece de cobardes y de buscar excusas. Todo se ha hecho de la mejor manera posible y no ha salido bien. Pero ese no es motivo para empezar a liarla. El que tiene más que perder es el piloto, pero Marc es fuerte y se recuperará», dijo Puig.

Esa falta de respuesta al cuándo cambia el guión previsto para este campeonato. «La vida da muchas vueltas. Lógicamente desde el punto de vista matemático está mucho más difícil. Pero el objetivo ahora no es ese. Es que se recupere. El campeonato se pone más interesante porque había gente que no tenía opciones y ahora sí las tiene», concluyó Puig. Un mensaje que los rivales de Márquez obvian, ubicando este contratiempo dentro de lo posible de este tipo de competición.

«Todos empezamos con cero puntos en Jerez y todos podemos fallar, sabíamos que este campeonato iba a ser especial y que hay que apretar para estar en el podio y ser regular», apuntaba este jueves en Brno Maverick Viñales, segundo de la general, y uno de los señalados para pelear por la corona. Su nombre aparece ahora por detrás del de Fabio Quartararo, ganador de las dos primeras carreras del año, un novato con mucho que ganar y que no debería de tener más presión que la propia. «La presión es inexistente, solo voy a trabajar como lo he hecho en las carreras de Jerez, así que por el momento contamos con el potencial para luchar por el podio y las victorias y es como voy a continuar, sin pensar en el campeonato», indicó Quartararo.

El tercer nombre que aparece en la lista es del Andrea Dovizioso, tercero de la general, y el rival más fuerte de Márquez en los últimos años. El italiano llega a un circuito, el de Brno, en el que quedó segundo tras el campeón el año pasado, y donde ganó en 2018, mismo resultado que logró en Austria en las dos últimas campañas, en Spielberg, el que será el escenario de los dos próximos grandes premios. «No puedo felicitarme demasiado por cómo piloté en Jerez, pero los puntos que nos llevamos no estuvieron mal. Brno se nos puede dar bien. No hemos llegado de la manera más adecuada, pero hemos analizado todo para tratar de mejorar. Sabremos si conseguimos mejorar o no cuando nos subamos a la moto. Brno es un circuito difícil a nivel de grip y de baches. Tengo ganas de ver a las Yamaha aquí, para ver si son tan fuertes como en Jerez», agregó el italiano.

Las Yamaha han sido las dominadoras en el arranque del curso, pero están con la espada de Damocles sobre sus cabezas por la inestabilidad de sus motores: se han contabilizado hasta el momento problemas en los propulsores de Viñales, Rossi y Morbidelli.