Bagnaia reclama el testigo de Rossi

«En las últimas seis vueltas estaba aterrorizado por cometer el mismo error del año pasado, me decía 'no te caigas en la curva 6'», se sinceraba el de Ducati, uno de los pupilos de Valentino Rossi, y el piloto que más atención despertó en Misano dejando a un lado al inigualable 46. Porque la inmensa mayoría de los alrededor de 25.000 espectadores –el máximo aforo permitido– que acudieron al trazado adriático lo hicieron para despedir a su ídolo, sin importarles que ocupase el penúltimo lugar de la parrilla, o que acabase en el puesto diecisiete.

En los minutos previos al arranque de la prueba, los aficionados prorrumpían en un entusiasta griterío y salva de aplausos cada vez que por megafonía se mencionaba a Rossi. Aunque ese jolgorio también era significativo cuando el citado era Bagnaia, el autor de la pole del sábado.

«Sabía que era muy importante salir bien y empujar desde el comienzo, porque con el neumático blando el agarre inicial era mejor y también sabía que Fabio, con el medio trasero, iría más rápido en la última parte de la carrera, así que traté básicamente de ir rápido y constante ya desde el principio», analizaba Pecco, que salió a la perfección y tomó un colchón superior al segundo sobre su compañero Jack Miller al primer paso por la línea de meta.

«He hecho la mejor salida de mi vida, estuve entrenándola mucho hasta clavarla. Cuando he pasado la primera vuelta he visto que ya tenía un segundo y he pensado que era increíble, y he tratado de gestionar los neumáticos. En las últimas vueltas ha sido muy difícil porque Fabio iba recortando cuatro décimas por vuelta, pero la última vuelta he conseguido hacerla muy bien», reflexioaba el italiano tras su gran victoria.

Con su elección de neumático, a Fabio Quartararo, el líder del Mundial, le costó tomar una velocidad de crucero que le permitiese iniciar la caza del escapado. En el segundo giro perdía la tercera plaza a favor de un fogoso Jorge Martín, que terminaría por los suelos; hasta el decimocuarto no conseguía rebasar a Miller, ya con Bagnaia 2,7 segundos por delante, aunque el francés empezó a partir de ahí a imponer un paso que le permitió acosar a su rival en el último tramo de la prueba.

«Es la primera vez en que me siento tan contento con un segundo puesto. No por el campeonato, sino por haberlo dado todo», confesaba el de Niza, que de haber salido con más de 50 puntos de ventaja en la general habría tenido su primera bola de campeonato en la próxima cita del campeonato a disputar en Austin, Estados Unidos. Ahora llegará con 48 sobre Bagnaia.

«La primera plaza se nos ha ido ya. Me cuesta asumirlo, pero es así», sentenciaba por su parte Joan Mir, sexto, y que perdió el cuarto puesto en la última vuelta después de adelantar a Miller y de que Marc Márquez aprovechase esta maniobra para terminar siendo él el primero de los sin premio, porque el último escalón del podio sería para el novato Enea Bastianini, con Ducati, que firmó una actuación fantástica que le permitió hacerse con su primer premio en MotoGP.

«Estoy muy contento ya que no me esperaba para nada este tipo de carrera y acabar cuarto. El último adelantamiento ha sido mérito de Mir, no ha sido mío, simplemente he visto que venía muy rápido y así ha sido, se han ido él y Miller un poco largos y estaba ahí cerca, porque me olía que podría pasar algo, y lo he sabido aprovechar», explicaba Márquez. «Aparte de eso da lo mismo acabar sexto o cuarto porque no nos cambia mucho la película, pero al final ha sido una carrera mucho mejor de lo esperado».

Un mensaje de optimismo del piloto español en un momento importante de su temporada: por el test de dos días este martes y este miércoles que los equipos de MotoGP tendrán en Misano, fundamental para Honda pensando en solventar sus muchos problemas; y por la siguiente cita de Austin, un escenario como Alemania o el Motorland de Aragón donde Márquez es especialmente efectivo.