Bagnaia aprovecha el mal tiempo para apretar a Quartararo

Como en el resto de cilindradas, se trataba de salvar viernes y sábado, con su previsible lluvia, para llegar colocado en el mejor puesto posible en la parrilla del domingo para afrontar la esperada carrera en seco. Foggia sufrió, y solo pudo ser decimocuarto, lo que da aire a Acosta, quinto, una buena posición para parar la sangría de puntos. El murciano podría ser campeón si ganase la prueba y su rival fuese duodécimo o peor, aunque ante tan complicada matemática cruzar la meta por delante del segundo de la general ya podría considerarse un sonoro éxito. Por lo que respecta a Moto2, es Remy Gardner, el líder, el que está forzado a cortar la racha de Raúl Fernández, ganador de las tres últimas carreras. En este caso, ninguno de los dos brilló, aunque Gardner no supo aprovechar la caída de Fernández en el oficial e incluso tendrá que mirar hacia delante para verle en la parrilla: el australiano saldrá decimocuarto, con el madrileño noveno.

Y en MotoGP, la que tiene la clasificación más clara (52 puntos le saca Fabio Quartararo a Pecco Bagnaia, lo que le permitiría cerrar el Mundial con terminar por delante del italiano), fue donde la cosa más color tomó. Primero en el tercer entrenamiento libre, en mojado, en el que los dos primeros de la general no lograron colarse entre los diez mejores, lo que les dejó colgados para la Q1. Una sesión en la que ya sí que se pudieron montar los neumáticos de seco, aunque con la pista en condiciones críticas.

Ello generó multitud de incidentes, también en la posterior Q2 (cuatro caídas en el primero, entre ellas la de Joan Mir, y seis en el segundo, incluidas la de Marc Márquez y las dos de Jorge Martín). Y un entrenamiento del que Bagnaia salió con brillantez como el más rápido, mientras que Quartararo firmaba el tercer mejor registro. Sin embargo, se lo terminarían anulando por no respetar la señal de peligro en el inicio de su giro por una caída de Enea Bastianini, lo que le terminó relegando al quinto puesto y le va a implicar salir decimoquinto este domingo. Es la primera vez desde que es piloto de MotoGP en que no pasaba a la Q2, su peor posición en una parrilla, en el primer día en su carrera mundialista en el que puede proclamarse campeón del mundo.

«Para mí es una situación difícil», reconocía el de Yamaha. «Para ser honesto no estoy pensando mucho en el campeonato, porque él está primero y yo decimoquinto. Pero él también tiene presión, no solo yo. Él también tiene la presión de hacerlo bien y puede cometer un error, algo que no le deseo. Veremos, pero mi sensación es que si todo va bien lucharemos por ello en Portimao», afirmaba Quartararo, en una manera de quitarse presión aunque también siendo consciente del favoritismo de Bagnaia, que firmó este sábado su cuarta pole consecutiva y que ganó en el pasado Gran Premio de San Marino disputado también en el circuito de Misano.

«No sé cuál es la mentalidad de Fabio», analizaba el segundo del Mundial. «Yo lo único que puedo hacer es intentar conseguir la victoria y seguro que Fabio será fuerte y remontará. Yo trataré de mantenerme en cabeza», apuntaba Bagnaia. Favoritismo del piloto y de la moto, una vez que Jack Miller y Luca Marini completaron una primera línea completa para Ducati. «Sin duda Bagnaia es el piloto a batir en esta carrera, sin duda. Pecco tiene las cosas muy claras, es el cazador, el que va detrás en el Mundial y no le queda otra que ganar la carrera. Está supermotivado, es el circuito de casa, rueda mucho aquí, conoce mucho el trazado y la moto le funciona a las mil maravillas, así que es el candidato claro a ganar», pronosticaba Pol Espargaró, cuarto y primer español en una parrilla configurada para que Bagnaia y Ducati puedan dar a este MotoGP un punto de emoción que ya no se esperaba.