La Moto3 tiene acento leonés

Antonio Multo es de León, concretamente de Trobajo del Camino. Allí fue donde comenzó a hacer sus primeros pinitos en el mundo de las motos, tal y como él recuerda. Su pasión por estos vehículos, sumado a la profesión de su padre, mecánico de coches, encaminó su profesión dirección a las parrillas de los circuitos más exigentes del mundo de las carreras de motos. Por sus manos han pasado motos ganadoras de campeonatos, como la de Álex Márquez en 2014.

«Cuando empecé, empecé lo que en aquel momento era 'ruedas, gasolina y recambios' con Álex Marquez y con Álex Rins. Ese año ganamos el campeonato de Moto3 con el primero», recuerda Multo para Leonoticias antes de enumerar la larga lista de motos de primer nivel a las que 'opera' en el taller: «A partir de ahí paso a ser mecánico para otros pilotos como Jorge Navarro, con el que estuve dos años, Aarón Canell, Sergio García, Enea Bastianini, el año pasado con un piloto japonés y ahora estoy con un indonesio que se llama Andi Farid», asegura.

Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Desde su localidad natal leonesa hasta las parrillas de Moto3 hay un gran salto: «Yo tenía moto e iba haciendo mis cosas y mis inventos. Así fue como surgió la pasión», señala. «Me fui a Barcelona a hacer un curso, me moló la competición y empecé a buscarme la vida profesional. Hice unas prácticas en diferentes equipos y campeonatos, y a partir de ahí me establecí en el equipo de la misma escuela, donde competí primero en el Campeonato de España y después pude dar el salto al del Mundo».

Tras varios años bajo la enseña del Estrella Galicia 0,0, Antonio se vio obligado a cambiar de aires el año pasado, cuando la escudería se retira de la competición, y ficha por el Honda Team Asia. Todo ello debido a la Covid, que también ha trastocado el mundo de las motos: «Al principio, cuando se paró todo, hubo mucho nerviosismo. Todos se preguntaban qué hacemos, qué pasa. No sabíamos si podríamos empezar el campeonato de nuevo», explica el mecánico leonés. «Al final se reinició a base de PCRs, mascarillas y mucho control: solo hacíamos el recorrido del hotel al circuito y del circuito al hotel. Era complicado».

Con el Campeonato de Moto3 en marcha nuevamente, los objetivos de Antonio vuelven a ser los mismos: seguir escalando en dirección a MotoGP. «Las ganas de subir de categoría están ahí, pero tiene que salir esa oportunidad. Trabajar, estamos trabajando para ello y lo doy todo para poder dar un día ese salto», admite, aunque no se agobia con ello: «Poco a poco».

Pese a no estar en el máximo circuito, las manos de este leonés han pasado por motos de algunas de las grandes promesas del motor, algunos de ellos incluso ya triunfan al máximo nivel. «No puedes elegir entre Marques o Rins, te da igual. Todos, Márquez, Rins, Bastianini, Farid, todos tienen esa mentalidad de competición y de darlo todo. Es otra mentalidad, es una filosofía de vida», explica Multo, quien asegura que no puede elegir uno solo: «Podría coger cosas de uno u otro. Uno tiene trabajo, otro tiene talento, otro es mejor persona. No podría elegir uno».

Lo que si se atreve a elegir es su parte favorita de ser mecánico de Moto3: «Las motos, la presión, la tensión. Lo necesitas. Yo voy a estar este fin de semana sin competir y sientes la necesidad de estar allí», admite.

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