Sainz manda un aviso en Silverstone

El madrileño ya sabe lo que es conquistar este circuito. Lo hizo en 2022, cuando logró su primera y única victoria de momento en la Fórmula 1, lo que fue todo un golpe de moral para sus opciones. Especialmente porque en ese momento se quitó de encima la pesada losa de la presión, que es cuando se vive con el escudo de Ferrari en el pecho. Se quedó a solo 22 milésimas, que vista la diferencia real de rendimiento (y de todo) con Verstappen y Red Bull es todo un logro.

No fue una sesión cómoda en la Scuderia. De hecho, solo Sainz salvó los muebles más que de sobra para la escuadra italiana, ya que los mecánicos de Ferrari tuvieron el doble de trabajo cuando se vieron obligados a comprobar por qué el coche de Charles Leclerc se quedó tirado y no pudo rodar en condiciones. Una avería eléctrica dejó al monegasco en el box durante buena parte de la sesión, algo que nadie quiere que ocurra. Buena noticia para Sainz, que en un momento de duda como el que se está viviendo en este momento en la Scuderia necesita dar otro golpe sobre la mesa.

Ver a Sainz en segunda plaza es, hasta cierto punto, previsible, pero no así quién le siguió en la lista de pilotos: Alex Albon. Aunque hay que poner muy en cuarentena la posición del piloto de Williams, la labor del tailandés fue encomiable, así como la de su compañero, el novato Logan Sargeant, que marcó el quinto crono. Un equipo legendario como Williams que se encuentra poco a poco sacando la cabeza necesita una alegría de vez en cuando para mantener vivo el legado del legendario Sir Frank.

La posición de Albon, como la de Sainz hasta cierto punto, se pueden considerar fuera de lo previsto en un día en el que Pirelli fue protagonista por los cambios que han implementado en la construcción de sus neumáticos. Las nuevas carcasas de la marca italiana pretenden dar una mayor igualdad en la pista y más peleas, lo que a efectos prácticos supone dar un aviso a Red Bull: van a intentar pararles cómo sea. Eso propició que hubiera barajados entre los previsibles neumáticos blandos algunos pilotos con medios o duros.

Una de las grandes historias de superación de este año es la de Fernando Alonso. El regreso del legendario piloto asturiano a la pelea por podios ha hecho que miles de aficionados en todo el mundo se suban al plan de la misión de la 33, un triple tirabuzón que hace no tanto era poco más que un meme. Sin embargo, cuando más parece que se acerca, más se le pone complicado.

Y es que a Alonso le pasó de todo este viernes. Primero un salto en un piano del circuito hizo que su rueda se rompiera, lo que a su vez afectó al rendimiento general del monoplaza. Nada demasiado serio, pero sí lo suficiente como para no poder estar del todo cómodo. Peor le fue después, cuando por una pura casualidad una piedra del circuito saltó justo entre el halo y el frontal de su coche y le golpeó en la mano cuando giraba el volante. Nueve de cada diez veces no le habría dado el golpe, pero esta vez sí. «Me duele, pero puedo seguir», dijo por la radio.

Lo cierto es que el décimo puesto que marcó en la tabla de tiempos no es nada esperanzador… salvo por la innegable realidad de que fue un viernes. Los Mercedes tampoco están ahí arriba (ni siquiera pisaron el 'top 10') y es absolutamente imprevisible lo que puede pasar este sábado, dado que además hay ciertas suspicacias sobre lo que pueda pasar en el aspecto meteorológico.