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David Sánchez de Castro
Domingo, 8 de octubre 2023, 18:36
Un fin de semana extraño como el vivido en el GP de Catar solo tuvo de común al ganador de casi siempre. Max Verstappen estrenó su recién conseguida condición de tricampeón del mundo logrando su 14ª victoria de la temporada con una autoridad letal y ... en la que esquivó todos los problemas y condicionantes que tuvo la carrera. El primero fue impuesto por la FIA, que tras ver los problemas de altísima degradación que tenían los neumáticos Pirelli (que, una vez más, se librará de ser afeada) en Losail, ordenó que los equipos no pudieran dar más de 18 vueltas con los mismos juegos de gomas. Esto, a efectos prácticos, obligó a los pilotos a hacer un mínimo de tres paradas en boxes.
El que no tuvo que hacer ninguna, porque ni siquiera tomó la salida, fue Carlos Sainz. El madrileño se encontró en su SF23 con un 'gremlin', uno de esos fallos mecánicos inexplicables, cuando estaban preparándolo para tomar la vuelta de formación. Oficialmente fue un problema en la bomba de combustible lo que le obligó a ver la carrera desde el box vestido de calle. No fue el día de los españoles, ya que Fernando Alonso se encontró pronto peleando por el podio… pero acabó muy lejos. Se puede culpar a los neumáticos, en este caso, porque tuvo una inoportuna salida de pista que lastró todas sus opciones.
Verstappen no se vio afectado ni por el caótico inicio de la carrera, ya que en la salida se produjo un serio incidente: los dos Mercedes se tocaron. Lewis Hamilton, que salía tras su compañero George Russell, acabó empanzado en la escapatoria de arena de final de recta. Aunque el joven de la dupla de Brackley continuó, el heptacampeón del mundo se tuvo que ir de vacío y con un serio enfado.
Los grandes beneficiados fueron Oscar Piastri, que ya llevaba un fin de semana brillante tras su victoria en el sprint del sábado, y Fernando Alonso, que se vio tercero y en condiciones de pelear por el podio. Eliminados los Mercedes, con Sergio Pérez haciendo lo suyo -acabó la carrera peleando por puntuar a duras penas tras ser penalizado no una, sino dos veces por exceder los límites de pista- y George Russell intentando remontar con el coche tocado, el asturiano tenía una oportunidad de oro para amarrar un nuevo cajón. Con el objetivo de que, al menos, el podio le quitara el mal sabor de boca que le está dejando este final de temporada.
Pero las paradas obligatorias en boxes y el momento en el que cada piloto tenía que hacerlas (el uso de neumáticos usados o nuevos marcó la diferencia) determinó finalmente las condiciones con las que todos pudieron plantear su carrera. Todo ello unido a los límites de pista que muchos excedieron, ya que no solo Pérez fue penalizado, sino también Gasly, Stroll y otros habituales en este sentido.
El rendimiento del AMR23 no fue del todo malo en este circuito, habida cuenta de que tampoco podía aspirar a mucho más. Alonso resistió más de media carrera en posiciones de podio, pero conforme avanzó la prueba y se veía peleando con Leclerc, Norris o Russell, entre otros, acabó cediendo siempre.
El colmo de una carrera incómoda para él fue una inoportuna salida de pista cuando partió desde boxes con los neumáticos fríos en una de sus paradas. Alonso se encontró haciendo 'drift' por la arena, como en aquella participación en el Dakar, mientras sus rivales le pasaban y, a la postre, le dejaban sin opciones de podio. Incluso llegó a pensar que podría peligrar su propia clasificación final, ya que se quejó de altísimas temperaturas en la parte trasera de su asiento. Con el coche tocado por la gran cantidad de grava que afectó al fondo del suelo, Alonso tuvo que conformarse con una sexta posición que le vale para sumar puntos pero poco más. Ya vendrán tiempos mejores, como siempre ha dicho, y aunque sabe que acabar un domingo en Urgencias no es el plan perfecto, el diagnóstico no es tan grave. Aston Martin tiene capacidad para mejorar de cara a 2024.
La carrera finalizó con Verstappen en lo más alto y los McLaren flanqueándole en el podio. Piastri culminó su enorme fin de semana con un segundo puesto que sabe a diamante, por delante de Lando Norris. Bien se pueden dar por contentos en Woking, que tras salir sexto y décimo, respectivamente, culminaron con un segundo y tercer puesto que los confirman como los únicos rivales de Verstappen en esta recta final de año.
Fernando Alonso apareció ante los medios españoles, como tantos otros, físicamente reventado. Aunque él no tuvo que llegar a pasar por el centro médico con serias muestras de deshidratación, cosa que hicieron hombres como Alex Albon o su propio compañero en Aston Martin, Lance Stroll, mostró las palmas de las manos totalmente arrugadas por el sudor. Para él, como para otros, fue una de las carreras más duras en lo físico pero también en lo mecánico. «Fue una carrera dura físicamente y a la hora de conducir tuvimos problemas con la parte trasera. El coche era muy inestable, muy complicado en el agarre y difícil de ejecutarla. Con tantas paradas era siempre emocionante intentar estar a la par de los demás. Al final hemos sumado buenos puntos, pero ha sid una carrera dura. De las que más en mi carrera», admitió.
Pese a todo, la cita de Catar ha supuesto un pequeño oasis. «En Monza fuimos noveno, en Japón 0 puntos, en Singapur noveno otra vez, y aquí ha sido una pequeña sorpresa. Pero hemos perdido algún puntillo. A ver cómo se da en Austin», se esperanzó. Ese pequeño fallo que tuvo al salir de boxes le sacó del quinto puesto que le arrebató Leclerc. «En esa salida perdimos alguna pieza del fondo y ese error fue costoso y no se puede hacer nada», lamentó.
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