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Carlos Sainz rueda con Ferrari en Melbourne Reuters
El futuro de Carlos Sainz se escribe en Canadá
GP de Canadá

El futuro de Carlos Sainz se escribe en Canadá

El siempre movido gran premio norteamericano llega en medio de un convulso mercado de fichajes, marcado por las noticias de la renovación de Pérez por Red Bull y el despido de Ocon en Alpine

David Sánchez de Castro

Jueves, 6 de junio 2024, 13:06

Los aficionados a la Fórmula 1 empiezan a vivir una situación que en otros deportes como el fútbol ya se ha dado en el pasado. Lo que pasa entre las citas de las competiciones empieza a ser más interesante que las propias competiciones en sí. Los grandes premios de esta temporada están siendo tirando a anodinos, no tanto por los resultados finales -Max Verstappen lleva dos carreras sin ganar y eso ya es noticia-, sino porque las carreras dejan poco margen al espectáculo. La normativa que entró en vigor el año pasado parece haber confirmado los grandes males técnicos que tiene, con dificultad para adelantar, excesiva dependencia de los neumáticos y una privación de 'show' que Liberty Media no puede tapar por mucha fanfarria y documental netflixiano que se invente.

Más allá de las promesas de la normativa presentada este jueves para 2026, año en el que se pretende una gran revolución (como siempre que se estrena un nuevo código técnico), las dos semanas que han pasado desde el GP de Mónaco hasta este de Canadá han estado copadas de noticias. Los últimos días han estado marcados por dos movimientos en el mercado de fichajes que pueden ser determinantes no solo para los propios afectados, sino para un piloto que está a la expectativa, Carlos Sainz.

El siempre interesante circuito Gilles Villeneuve va a tener no solo a la lluvia como invitada más que probable (recuerdos de Vietnam por lo sucedido en 2011 y aquellas cinco horas de carrera que obligaron a cambiar la normativa), sino también mucho movimiento de despachos. Sainz está en el centro de todas las miradas, y por eso quizá este sea un gran premio clave.

Desde que Ferrari decidió echarle a un lado para fichar a Lewis Hamilton, el madrileño ha estado escudriñando el mercado con cautela. A sus casi 30 años -los cumple el 1 de septiembre- es consciente de que está en su momento óptimo de maduración deportiva, por lo que elegir un buen destino es clave. Sobre el papel, las opciones que tenía hasta hace unos días eran múltiples: Red Bull, Mercedes, Audi (actual Stake F1, antiguo Sauber), Williams… Pero cada uno tiene sus pros y sus contras. Especialmente porque ya se ha cerrado una puerta que no podía ser más atractiva.

La puerta de Alpine y la ventana de Audi

Y es que la renovación de Sergio Pérez ha supuesto un 'shock' para todos. El mexicano, vapuleado por Verstappen desde que son compañeros y con más oscuros que claros en su trayectoria con el equipo campeón, seguirá dos años más. Pocos entienden el motivo, más allá de la aportación económica que ayuda a que la maquinaria casi perfecta de la escudería de Milton Keynes siga rodando, pero Checo ha salvado su continuidad. Si antes que tenía que dar motivos para ser renovado abochornaba su rendimiento, ahora quién sabe. A ese puesto optaba Sainz, que ya sabe lo que es trabajar para la estructura Red Bull y hacerlo al lado de Verstappen, ya que ambos debutaron juntos en 2015 en lo que entonces era Toro Rosso. Pese a contar con un rendimiento más que decente tanto en McLaren como en Ferrari desde que separó su carrera de la marca de las bebidas energéticas, estos han decidido dar la continuidad a Pérez, que parece de otra categoría en comparación a su compañero y multicampeón.

El silencio en Mercedes hace sospechar. George Russell sigue sin saber quién será su compañero, aunque Toto Wolff mantiene su móvil con sonido por si acaso. Estos días han estado probando a varios jóvenes en Montmeló, pero contar con un piloto con Sainz sería un bálsamo mucho más aceptable que un novato que aún tiene mucho que demostrar y que aprender.

Una opción que se le ha abierto al español de manera inesperada es Alpine. El despido fulminante de Esteban Ocon, que seguirá hasta el final de 2024 porque no pueden echarle antes, le abre una posibilidad más atrayente de lo esperado. Aunque poco tiene que ver con el antiguo Renault, la escuadra francesa daría a Sainz un coche de fábrica (lo que siempre es un punto a favor) aunque débil y prácticamente desestructurado. La buena relación que tiene con Pierre Gasly (algo con Ocon no pasaba) es un factor a tener en cuenta.

Las otras dos alternativas son bastante poco atrayentes. El proyecto de Audi genera no pocas dudas. Especialmente porque, en lo inmediato, el Stake F1 es un equipo que no puede ser menos atrayente, salvo que no haya otra cosa en la mano. Fichado Nico Hulkenberg desde Haas para 2025, el nombre de Sainz está también en su agenda, aunque eso suponga pasar un año peleando por puntuar y con suerte. Bottas o Zhou tienen argumentos más que de sobra para seguir, al menos, un año más con su actual equipo… lo que sigue sin solventar qué puede pasar con Sainz en 2025. Y así se llega al final, literalmente, de la parrilla. Williams es un antiguo coloso en ruinas que tiene problemas hasta para tener repuestos en cada gran premio, con un piloto decente pero irregular como Albon y otro cuya continuidad solo la explica el cheque que pone sobre la mesa. Para Sainz sería dar no uno, sino dos o tres pasos atrás en su carrera… aunque quizá no le quede más remedio.

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