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David Sánchez de Castro
Domingo, 17 de septiembre 2017, 19:06
Fernando Alonso estaba notablemente decepcionado tras un nuevo abandono, en Singapur. El español perdió, y esta vez no fue culpa suya ni de McLaren, una de las mejores oportunidades del año de conseguir un gran resultado. Incluso, en su opinión, haber llegado a lo más ... alto.
«El podio estaba asegurado», se lanzó el español ante la prensa después de la carrera. «A veces salen las cosas de cara y a veces, no. Cuando salimos últimos, con penalizaciones, y cambiamos el motor normalmente acaban los 20 coches; hoy, que vamos bien aquí, y en lluvia, el podio estaba asegurado, incluso luchando por la victoria, y pasa de todo», se resignaba.
La sensación de que ha perdido un tren que, posiblemente, no vuelva a pasar, le duele. «Fastidia, porque un podio es un podio. Cuando en la salida llegamos todos a la primera curva y vamos por fuera, con que uno se vaya largo ya te embiste. Los dos se tocaron y me embistieron. Debemos intentar otra oportunidad en Malasia», se esperanza, pero sabe que como en Singapur poca o ninguna opción tendrá. Sobre todo, porque tras el golpe inicial, pudo aguantar en pista. «Era casi un milagro, tenía totalmente destrozado el coche por la parte izquierda. Hemos tenido que abandonar y es una pena, porque teníamos esperanzas puestas», lamentó.
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