Alonso: ahora o nunca

Alonso, satisfecho pero con ganas de mejorar, no pudo rodar todo lo que hubiera deseado porque precisamente esas nuevas piezas le dieron un poco de guerra a los mecánicos desplazados a Hungría. Durante casi toda la segunda sesión de entrenamientos libres, el MP4-31 del español estuvo sobre los caballetes, mientras los técnicos desmontaban el fondo plano para revisar la zona. Al final, en apenas 20 minutos de trabajo útil, el piloto español logró alzarse con el séptimo tiempo, justo por delante de Jenson Button.

El trabajo en Hungría ha comenzado, en palabras del propio Alonso, muy ajetreado. Entre los primeros libres y los segundos tuvieron que cambiar a la carrera la unidad de potencia, y pese a las urgencias, parece que todo se quedó en un susto y todo quedó superado para el resto del fin de semana. «No sentía que iba nada mal con el motor en los FP1, pero después de la sesión los datos han demostrado algunas anomalías y por lo tanto Honda ha preferido cambiarlo para los FP2», explicaba el español. «Aún queda mucho por hacer para mejorar ciertos aspectos, especialmente con la puesta a punto, pero tenemos algunas ideas. Lucharemos para entrar en la Q3, y creo que tendremos oportunidades de hacerlo, como ya hemos hecho en algunas de las últimas carreras», dijo un Alonso que sabe que es ahora o nunca: en un circuito en el que es complicado adelantar, cada puesto ganado en la clasificación puede valer su peso en oro.

Si para Alonso ha sido un día razonablemente dulce, para el otro español de la parrilla ha sido un día nefasto. «Duro», ha sido el calificativo que le ha puesto Carlos Sainz. El Toro Rosso, sencillamente, no ha funcionado. La suspensión, los reglajes, la puesta a punto y, por encima de todo, la fiabilidad han dado serios quebraderos de cabeza a los ingenieros de la escuadra de Faenza. «No ha sido el mejor viernes, desafortunadamente. Hemos tenido un día duro y hemos sufrido mucho con el balance en el FP1. Lo corregimos y de hecho fue mejor en el FP2, pero no estoy contento», señalaba un Sainz, mordiéndose la lengua.

No le falta razón para estar descontento: el reasfaltado de la pista ha supuesto una pesadilla para el piloto español, ya que acabó fuera de la pista en más de una ocasión, y el desarrollo de los libres se cortó de manera abrupta por una avería en el MGU-K de su unidad de potencia. Se quedó fuera del top 10, lejos, sin sensaciones de mejora y, además, una reprimenda por salir de manera irregular desde boxes. Mucho trabajo por delante de cara a este sábado.

Rosberg domina en ausencia de Hamilton

El renovado Nico Rosberg celebró su nuevo contrato con el mejor tiempo del día, menos sobrado de lo previsto, pero igualmente superior. Esta vez no tuvo a Lewis Hamilton de rival, ya que el británico estrelló su Mercedes al principio de los segundos libres contra las protecciones de la curva once, una de las más peliagudas del trazado magyar. Hamilton tuvo que pasar por el centro médico para que le revisaran, después del choque lateral en el que sufrió una fuerza superior a los 10 G. Todo se quedó en un susto, pero tuvo que quedarse fuera del coche, cuya suspensión trasera quedó bastante maltrecha.

Por detrás de Rosberg finalizó el Red Bull de Daniel Ricciardo, a algo más de medio segundo, con Sebastian Vettel al volante de su Ferrari en tercera plaza. La lucha por el segundo puesto (todo apunta a que el liderato será cosa de los Mercedes) será de lo más emocionante de este sábado, máxime cuando se esperan temperaturas ligeramente más altas y, por tanto, mayores dudas con los neumáticos.