D. Sánchez de Castro
Domingo, 3 de abril 2016, 21:27
La decepción de Carlos Sainz nada más acabar el Gran Premio de Baréin antes de tiempo era notable. El madrileño se quedó fuera, primero por un toque con Sergio Pérez y después por una avería mecánica. Al bajarse del coche, no pudo más que empezar ... a enumerar todo lo que le ocurrió y que le impidió sumar puntos en una carrera en la que esperaba más.
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«Había hecho una buena salida hasta que ha llegado Checo Pérez, me ha golpeado y he pinchado. Después del pinchazo se ha destrozado algo de la parte trasera y teníamos poca carga aerodinámica. En ese momento ya sabía que el coche no iba bien», se lamentabla el corredor español de Toro Rosso. Pero esos no fueron los únicos problemas, como explicó: «Con los doblados era muy difícil progresar y en esas circunstancias no era inteligente hacer más kilómetros al motor, así que hemos decidido guardarlo. Había la posibilidad de que hubiera un 'safety car', pero después hemos visto que no iba a pasar y no tenía mucho sentido seguir en pista, porque el coche iba muy mal y no habría habido mucha diferencia». «No estoy contento porque el coche tenía mucho potencial», reconoció Sainz. «Ahora queda hacerlo mejor en China», deseó el joven piloto madrileño.
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