Leonoticias con David Vidales: así es su vida en Fórmula 3

Despertaba desapacible Jerez, algo que no hizo cambiar el semblante a David Vidales. El reloj marcaba poco más de los ocho de la mañana y el leonés entraba en su box saludando uno por uno a todos los miembros de la escudería Campos Racing. Y también al equipo de leonoticias allí desplazado.

Su carácter, siempre ambicioso y capaz de ver en cualquier escenario una oportunidad, se dejó ver desde el primer momento. Tras un comentario sobre la incesante lluvia que caía sobre el circuito andaluz, su respuesta, con una sonrisa, fue clara: «Así tenemos la oportunidad de hacer pruebas con los neumáticos de lluvia. Y mañana dicen que dan sol. Así podemos probarlo todo».

Con esa actitud vital, se puede entender el por qué de sus éxitos, la explicación a todos los pasos que ha dado Vidales y por qué muchos le señalan como uno de los grandes diamantes del automovilismo mundial.

Después de una primera conversación con ingenieros y mecánicos, el leonés pisó el asfalto, dio otro paseo y se mentalizó, siempre acompañado de sus auriculares, antes de, a una media hora de encender los motores, ponerse la parte inferior del mono, y visualizar los últimos baremos de su monoplaza.

A su lado, y constantemente por el box, aparecen sus dos compañeros de equipo, el catalán Pepe Martí - el piloto más joven de la Formula 3 -, al que acompaña su madre, y el estadounidense Hunter Yeany, con los que hay buena sintonía y que acudió al box con un monopatín.

Cuando los motores se empiezan a encender y a sonar, Vidales ya pasa a la parte posterior del box. Mientras recibe las últimas palabras de su equipo, se coloca el mono, la escafandra, los guantes y, al fin, el casco.

Ya está todo listo para salir a rodar... Con la lluvia como actriz invitada. No es un problema, es una oportunidad. Así lo veía el leonés.

Los primeros tiempos son buenos, aunque siempre hay aspectos a mejorar y corregir. Por ello, el box es un constante ajetreo de entrada y salida de coches. Un estrés continuo donde los ingenieros tienen un peso vital, analizando los datos que les traslada el monoplaza y visualizan en sus ordenadores.

Reglajes, pequeñas modificaciones en los alerones y recomendaciones en la conducción son las instrucciones que recibe Vidales en cada parada mientras los ingenieros no pierden de vista la gran pantalla que tienen detrás de los monoplazas en la que se ofrece la clasificación de la sesión. Las cosas no van del todo bien e incluso el propio David necesita salir del coche, dar un paseo y airear.

La primera sesión termina con una mejora en los tiempos. Es hora de descansar, comer y regresar dos horas después, a las 14:00 horas, a por otra nueva sesión para encontrar soluciones a los problemas que ofrece el monoplaza y que no permiten a Vidales sacar todo el potencial que guarda en su interior, tanto el Campos como las manos del piloto leonés.

El sol y la lluvia alternaban en el inicio de una sesión donde las sensaciones mejoraron para el piloto leonés, que salió con otra cara del box. De la preocupación y lógica desazón del mediodía se pasó a una cierta satisfacción en la tarde antes entablar las últimas conversaciones con los ingenieros y poner rumbo al hotel para descansar.

Pero apenas unos instantes, puesto que Vidales reserva un pequeño espacio de tiempo a leonoticias para conversar sobre su carrera y esta temporada tan ilusionante antes de cenar, tener un último encuentro con el staff del Campos Racing y, al fin, dormir tras un día duro y largo antes de otra jornada estresante, pero valiosa, de entrenamientos en Jerez.

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