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Carlos Sainz. Ernesto Arias (EFE)
Rally Dakar

Carlos Sainz: «Alonso lo tiene muy, muy difícil»

El madrileño y su copiloto, Lucas Cruz, buscarán su tercera victoria en el Dakar, de nuevo con el 'buggy' de Mini, en un raid que se presenta más abierto que nunca

david sánchez de castro

Madrid

Martes, 17 de diciembre 2019, 16:12

«Arabia Saudí reúne todos las condiciones a nivel de terreno para que un Dakar se desarrolle en todo su esplendor. La gran duda es qué nos vamos a encontrar». Estas palabras las ha dicho el piloto más veterano de la edición 2020 del ... Dakar en la categoría de coches, Carlos Sainz, durante la presentación de su segunda aventura al volante del Mini del equipo X-Raid. El 'Matador', que por unos días «se intercambia los papeles» (dicho por él mismo) mediáticos con su hijo el piloto de Fórmula 1, afronta junto a su copiloto Lucas Cruz, con quien ha ganado sus dos títulos en el Dakar, un reto mayúsculo, en el que a diferencia de su buen amigo Fernando Alonso, parte como uno de los grandes candidatos a levantar el trofeo touareg.

Sainz y Cruz han dedicado este año a un objetivo: pulir los fallos que encontraron en 2019. Un morro más corto (17 centímetros, exactamente), suspensiones más afinadas, un sistema de presiones más perfecto. El Mini que llevarán Sainz-Cruz y el matrimonio Peterhansel (sólo dos coches, frente a los cuatro que llevarán los favoritos, Toyota) además ha conseguido adelgazar hasta rozar el mínimo, con lo que ha ganado una mayor versatilidad tanto en la primera semana de terreno más duro como en la segunda, en la que las dunas ganaran todo el protagonismo.

La llegada del Dakar a Arabia va a hacer cambiar los hábitos a los pilotos. Empezando por la alimentación. Sainz y Cruz habían convertido sus bolsas de jamón y lomo al vacío en un auténtico manjar, con el que a veces incluso compartían ratos con otros corredores que iban ávidos a su campamento. Ahora no podrán, debido a las restricciones con respecto a la comida y la bebida que hay en el país saudí. «Era parte importante de la expedición del 'motorhome', que mandabas antes. Todos los días una pequeña alegría te animaba. Uno o dos días antes de la carrera vamos a ver el que tendremos allí y qué alimentos podremos comer», explicaba Sainz.

Los rivales están claros: los Toyota. Nasser Al Attiyah, como máximo exponente por ser el vigente campeón, Giniel de Villiers, Bernhard Ten Brinke. y con la boca pequeña, Fernando Alonso. ¿Tiene realmente opciones de ganar? Pocos mejor que Sainz para responder con conocimiento de causa. «Va a ser su primera participación, en una especialidad que es radicalmente distinta a la Fórmula 1. Se ha preparado exhaustivamente, ha hecho más kilómetros de los que yo pensaba. Las carreras que ha hecho. Pero el primer año lo va a tener difícil. Se adapta muy bien, y pregunta mucho. Es una esponja. Yo quiero y deseo que tenga el mejor Dakar posible, pero pensar que pueda luchar por ganar en su primer año es difícil. En el Dakar pueden pasar muchas cosas. Todos sabemos la historia de este rally. Difícil, difícil», admite el campeón madrileño.

La presencia de Alonso es una novedad, posiblemente la más mediática, pero ni mucho menos la única. A un nuevo escenario se unen nuevas normas que ha impuesto David Castera, exmotard y excopiloto de hombres como Despres o Peterhansel. El hecho de «haberse bajado ayer» del coche, en palabras de Sainz, es una buena noticia, porque previsiblemente habrá mirado con más mimo al gran problema del 'roadbook'. «Es una ventaja para nosotros en algunas cosas y una desventaja en otras, porque habrá preparado un Dakar duro, con varios días de más de 500 kilómetros, o especiales de 400 y pico en arena. Ha preparado un Dakar duro, como ya hizo en Marruecos. Pero es una ventaja que se haya bajado del coche ayer porque sabe de la importancia que tiene. Es lo que más me preocupa, que el 'roadbook' tenga algún fallo, que un peligro 3 aparezca como 1 (poco peligroso). Cuando vas al límite, la posibilidad de accidente es mayor. Me tranquiliza que David Castera sepa lo que supone. Se va a preocupar», aseguró.

Otra de las novedades será un cuidado extremo para evitar que haya tramposos. Entre otras cosas, los diez primeros coches tendrán una cámara subjetiva enfocando a los pilotos y copilotos. El objetivo es evitar que, como antaño, hubiera algunos que usaran un móvil o un sistema GPS paralelo al oficial.

Sainz Jr., un 'pesado'

El que no se perderá el Dakar es el otro piloto de la casa. Carlos Sainz, el de la Fórmula 1, se convertirá en «un pesado» un año más, como contó divertido su padre. «Me da consejos, como si llevara 80 dakares encima.», bromeaba sonriente el orgulloso Sainz. «Él dice que yo soy muy pesado, pero él también lo es en el Dakar. Hablamos todos los días y es él quien me pregunta mucho más. Durante estas dos semanas la situación se vuelve al contrario y me hace gracia porque me da consejos. Me regaña, me dice que he arriesgado mucho. Se podría escribir un libro con esas conversaciones», asegura.

Eso sí, antes que piloto es padre, y si pudiera elegir entre una victoria de su hijo o una suya, no tiene dudas. «Yo he ganado dos Dakares y sería muy egoísta por mi parte no cambiarlo. Cualquiera que sea padre que lo piense y podría contestarse a sí mismo esa pregunta», dejó en el aire.

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