«No vamos a asustar a la gente, en la montaña disfrutamos mucho»

Soria y Oiarzábal han relatado en rueda de prensa sus impresiones sobre esta ponencia y ambos coinciden en estar «encantados» de poder ofrecer todas sus experiencias en un evento así. «Es una maravilla que el alpinismo se haya hecho tan grande, pero es una pena que las circunstancias actuales no nos dejen ver un Auditorio de León lleno», lamenta Soria, a lo que Oiarzábal añade que será «algo especial» al poder juntar a «tres generaciones de alpinistas distintas que contaremos nuestras vivencias».

En esta ponencia, en la que ya se han vendido las 200 localidades disponibles del Auditorio Ciudad de León y donde más de 1.300 personas se han inscritos para seguir vía streaming este evento, Carlos Soria ha señalado que «no vamos a asustar a la gente». «Contaremos historias muy distintas, pero no vamos a asustar a nadie con las grandes gestas. Hacemos esto porque nos gusta y disfrutamos mucho en la montaña, además de que hay una gran diferencia entre los inicios y mi primera ascensión, en 1962, al actual con la enorme preparación de los jóvenes alpinistas», ha explicado.

En este sentido, Juanito Oiarzábal destaca la riqueza del evento porque «cada uno contará sus experiencias y el coloquio va a dar mucho de sí». «Contaremos de todo, desde situaciones buenas, las más habituales, a otras más comprometidas, y nos acordaremos de los compañeros que se han quedado en el Himalaya», señala el alpinista alavés, que destaca la «enorme evolución» que ha vivido este deporte, especialmente a nivel tecnológico con las nuevas vías para realizar comunicaciones desde la expedición o para atinar con los partes meteorológicos.

Respecto a la situación actual de la pandemia, Soria señala que «lo menos importante es no poder subir montañas» y pide «medidas lógicas» para salir adelante. Por su parte, Oiarzábal reconoce que varias ascensiones que tenía programadas en los Cárpatos o en el Himalaya han tenido que ser canceladas.

Ambos coinciden en que su actividad deportiva les ha ayudado para superar el confinamiento ya que «hemos entrenado la capacidad de aguante piscológico con situaciones en las que hemos estado una semana sin poder salir de una tienda». «Pero eso lo habíamos elegido nosotros, es muy distinto a lo que hay ahora. En mi vida, he vivido situaciones peores pero no tan peligrosas», sostiene Soria.